Panamá, con el Canal interoceánico y su sistema logístico, es la puerta de entrada de muchas mercancías que se comercian en el istmo centroamericano, recalcó este jueves a EFE la directora de la Autoridad Nacional de Aduanas (ANA), Tayra Barsallo.
"La ruta que tienen muchas mercancías que van hacia Centroamérica vienen por puertos panameños y cuando se cierran las fronteras todo el comercio de la región se ve afectado. Ahora mismo tenemos más de 400 camiones por cada lado (de la frontera costarricense-panameña) afectados por esta situación", explicó Barsallo.
Las protestas en Costa Rica comenzaron el 30 de septiembre en rechazo a un eventual acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y se mantiene pese a que el domingo pasado el presidente Carlos Alvarado anunció que desistía de la iniciativa.
Los bloqueos afectan desde hace más de una semana a Paso Canoas, el principal paso fronterizo entre Panamá y Costa Rica, y también a otro secundario, Guabito, que cruza por el río Sixaola y por donde pasan sobre todo alimentos perecederos como banano y plátano, que se cultiva en la zona, afirmó la funcionaria panameña.
Una breve apertura el pasado domingo permitió la entrada de carga a Panamá y la salida de un grupo de nicaragüenses que regresaban a su país, informaron entonces a EFE las autoridades panameñas de Fronteras.
Pero el lunes Paso Canoas amaneció bloqueado con piedras, cúmulos tierra y barreras, que este jueves siguen en el lugar.
Insumos para el combate de la pandemia del nuevo coronavirus como medicamentos, así como productos de primera necesidad son los que están siendo afectados por esta situación, confirmó Barsallo.
Representantes del sector del transporte de carga panameño comentaron a EFE que en las últimas horas se ha conversado con los manifestantes costarricenses para que dejen pasar las medicinas y alimentos perecederos, pero que hasta ahora se han negado a ello.
LAS PÉRDIDAS SON MILLONARIAS
Juan José Dutari, representante del sector de transporte y logística en la Junta Directiva de la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá (CCIAP), afirmó este jueves a EFE que "esta carga sensitiva, perecedera que ya lleva más de 8 días estancada por los cierres, probablemente cuando llegue a su destino en Panamá o Centroamérica no podrá ser comercializada".
El representante de la patronal no precisó una cifra de pérdidas monetarias, así como tampoco lo hizo la directora de Aduanas, quien habló de "graves perjuicios económicos", mientras que en los medios locales se habla ya de decenas de millones de dólares.
Barsallo recalcó que esta situación tiene lugar cuando el istmo intenta levantarse de la crisis derivada de la pandemia de la COVID-19, que hará retroceder en 5.9 % el producto interno bruto (PIB) de la región, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Nuestra región ha sido duramente afectada (por la pandemia) y es el comercio internacional, el mantener esa compra-venta de mercancías, lo que nos va a permitir salir de esta situación", el cierre de las fronteras "es un obstáculo para esa reactivación económica que todos los países, poco a poco, hemos ido incentivando", añadió.
La directora de Aduanas de Panamá aseveró que se mantiene constante comunicación con las autoridades costarricenses, y que la instrucción es que "una vez abran las fronteras, si hay que trabajar 24/7 para despachar todos los vehículos (varados) se hará".