Por su parte, las importaciones de bienes y servicios a la mayor economía europea ganaron en mayo un 1.7 por ciento con respecto a abril, pero cedieron un 2.6 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior.
En concreto, Alemania facturó al extranjero bienes y servicios por valor de 88,200 millones de euros en mayo e importó por una cuantía de 75,200 millones de euros.
Así, la balanza comercial alemana cerró mayo con un superávit de 13,100 millones de euros, frente a los 15,600 millones finales del mismo mes del ejercicio anterior.
La caída de las exportaciones se debe principalmente al derrumbe de la demanda de bienes y servicios alemanes en el continente europeo, lastrado por la crisis de la deuda de la eurozona.
Las ventas alemanas en la Unión Europea (UE) cayeron en mayo un 7.1 por ciento en términos interanuales, hasta los 50,000 millones, y un 9.6 por ciento a los países de la eurozona, hasta los 32,300 millones.
Alrededor del 40 por ciento de las exportaciones alemanas se dirigen a la zona euro -en la actualidad en recesión- y los envíos a la UE suponen el 60 por ciento de sus ventas en el exterior, con lo que la situación económica del continente es vital para la buena salud del sector exterior alemán.
Las exportaciones a terceros países también cayeron en términos interanuales, un 1.6 por ciento.