La OMC cree que el comercio de España y de Europa debe buscar nuevos mercados

El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, cree que el comercio español y europeo debe dirigirse hacia los países en desarrollo porque la economía de la UE tendrá un crecimiento "plano" en los próximos años y dependerá de la demanda de los emergentes.

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El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy.

Lamy que ha visitado hoy España y que dejará la dirección de la OMC a finales de agosto, ha valorado la defensa de España por un sistema de comercio multilateral y por la eliminación de las barreras arancelarias, aunque ha asegurado que el comercio español debe diversificarse y "asumir" que "no puede contar con el crecimiento del mercado de la UE" a medio y largo plazo.

Según Lamy el escenario que ha dibujado la crisis del euro, "que es lenta y dolorosa", es distinto para países como Alemania o como España.

Ha dicho que la crisis económica ha provocado un "reequilibrio" de la economía mundial y ha recordado que en 2012 la producción de los países en desarrollo fue por primera vez en la historia superior a la de los países desarrollados.

Por ello, ha aseverado que la "esencia" del crecimiento mundial en 2020 estará en los mercados emergentes, lo que limita el crecimiento de los países europeos.

Al respecto, ha abogado porque las negociaciones de la Ronda de Doha, que persiguen liberalizar el comercio, concluyan con un acuerdo que no sea "estético" y con una convergencia del sistema regulatorio internacional.

Ha asegurado que el coste de transportar bienes y servicios a través de las fronteras se sitúa cerca del 10 por ciento, lo que supone "un problema importante" y ha apostado por reducirse este coste de la burocracia fronteriza.

Lamy ha reconocido irse con "pena" de la dirección de la OMC al no haber conseguido cerrar la Ronda de Doha iniciada en 2001 y estancada desde 2008, aunque ha confiado en que en la próxima reunión se avance en la simplificación de los procedimiento aduaneros en el mundo.

Asimismo, ha indicado que la capacidad ejecutiva de la OMC también es "limitada" puesto que los acuerdos también dependen de la voluntad de gobiernos como el de Estados Unidos o China.

"El mundo está ahora en la situación en la que estaba Europa en los años 70, con un libre comercio no perfecto, pero abierto, y el cambio que debe producirse ahora es hacia un mercado interno de libre comercio", ha resaltado, tras añadir que dentro de diez años el 90 por ciento del crecimiento de Europa dependerá de terceros mercados.

No obstante, ha valorado la competitividad del mercado de la UE gracias a la expansión de las cadenas de suministro, ya que las piezas de un mismo producto se fabrican en diferentes países, "por lo que el proteccionismo no ayuda nada".

El director general de la OMC ha pedido a los gobiernos nacionales que diseñen sus políticas desde una base social y ha destacado la inversión en educación como la "mejor política comercial".

Lamy ha abogado por un mecanismo internacional que proteja las inversiones extranjeras en países con menor garantía jurídica, como Argentina o Bolivia, en referencia a la expropiación de la filial de Repsol, YPF en Argentina que cumplirá un año próximamente.

El dirigente de la OMC ha lamentado que existan más de 5.000 acuerdos bilaterales de protección de inversiones y ninguno multilateral.

En su opinión, China será la que decida implementar este acuerdo una vez que sea consciente del impacto que pueden tener su expansión y sus inversiones en el mundo.

Lamy abandonará la dirección de la OMC antes del 1 de septiembre después de permanecer al frente de esta organización desde 2005.