Según la CBI, que agrupa a las principales empresas del país, la economía británica crecerá en 2012 un 1.2 por ciento frente al 2.2 por ciento que había calculado anteriormente.
La CBI espera que el Reino Unido no entre en recesión este invierno y pidió al gobierno que siga con sus medidas de austeridad para proteger la calificación de riesgo AAA que tiene el país.
Al mismo tiempo, la confederación estimó que el desempleo pasará del actual 8.1 por ciento de la fuerza laboral del país al 8.5 por ciento el año próximo.
"El gobierno debe seguir con sus planes para reducir el déficit para mantener la confianza en las finanzas públicas del Reino Unido y mantener bajo el coste del crédito", afirmó el director de la CBI, John Cridland.
Los pronósticos del gobierno son más optimistas pues la llamada Agencia de Responsabilidad Social, establecida por el Ejecutivo para evaluar las finanzas del país, calculó el pasado marzo una expansión económica del 1.7 por ciento este año y un 2.5 por ciento en 2010.
La CBI consideró que la debilidad de la economía responde a las turbulencias en los países de la zona euro, algo que amenaza las exportaciones británicas.
Al igual que el Banco de Inglaterra, la CBI espera que la inflación, que está actualmente en el 5.2 por ciento, pueda empezar a bajar el año próximo hasta caer al 2 por ciento -la cifra que quiere el banco emisor inglés- en el 2013.