La Comisión Europea (CE) autorizó la segunda fase de transferencia de activos tóxicos de bancos irlandeses a la Agencia Nacional de Gestión de Activos (NAMA), el "banco malo" creado por Dublín para hacer frente a las dificultades de las entidades financieras del país.
En un comunicado, el Ejecutivo comunitario explicó que esa segunda etapa -que se llevó a cabo en septiembre y no tiene relación con el reciente rescate- cumple con el esquema aprobado previamente y con el marco general para la gestión de los activos depreciados.
Bruselas considera que la operación "representa un medio apropiado para remediar las serías alteraciones en la economía irlandesa".
Ante los problemas de varios de sus bancos, el Gobierno irlandés decidió crear la NAMA para comprar a entidades del país sus activos tóxicos, principalmente préstamos de riesgo y estabilizar su situación.
El conjunto de la operación que gestiona la agencia estatal está valorado, por el momento, por encima de los 80 mil millones de euros.