Esta declaración remarca que los bonos verdes representan una oportunidad para que inversionistas institucionales cumplan con su deber fiduciario con clientes y beneficiarios de modo responsable y sostenible.
Los 57 firmantes, incluyendo afores, compañías de seguros, bancos multilaterales y operadoras de fondos de inversión y asesores independientes de inversión, reconocen en el documento que el cambio climático representa un importante riesgo para la sociedad, la economía y para las inversiones que realizan.
Y reconocen que las grandes inversiones de bajo carbono que la respuesta al cambio climático requiere, pueden estructurarse como activos de inversión que ofrezcan el nivel de rendimiento y riesgo requerido para satisfacer sus necesidades.