En una nota a sus clientes recogida por los medios locales, el banco apunta que sin embargo también se podría dar una recuperación económica "sin precedentes".
En este sentido, Goldman Sachs sitúa la disminución del Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense durante el segundo trimestre de 2020 en un 11 % con respecto al año anterior, una caída mayor que cualquiera de las experimentadas en la gran crisis de la década pasada.
Además, la tasa de desempleo podría alcanzar, según la compañía financiera, hasta el 15 % y advierte de que es posible que debido a la gravedad de la situación muchos trabajadores queden marginados y no busquen empleo durante una reapertura anticipada de la economía.
Con respecto a la recuperación, el banco augura que podría ser posible recuperar "al menos" parte de la producción perdida si se lleva a cabo un fuerte aumento en los test, así como cambios en las prácticas comerciales que reduzcan el riesgo de infección, pero que la normalidad a los negocios no llegará hasta que no haya una vacuna.
Entre los sectores que podrían comenzar a recuperarse algo más pronto Goldman Sachs destaca los de fabricación y la construcción, específicamente la industria automotriz, que según el banco podría pasar del 25 % de capacidad en abril al 70 % en mayo.
A juicio de la compañía, a medida que las industrias se vuelven a poner en línea gradualmente se debería producir una mejora "sin precedentes" en el crecimiento económico.
En este sentido, el crecimiento durante el tercer trimestre aumentaría, según las estimaciones del banco, un 19 % con respecto a la caída del segundo trimestre, seguido de otro salto del 12 % en los últimos tres meses del año.
Goldman Sachs también advirtió de que para que la recuperación sea exitosa los responsables políticos "deben seguir vigilantes y proporcionar un apoyo total".
"Los gobiernos a nivel mundial deben amortiguar tanto como sea posible el impacto en los ingresos del sector privado", concluyó el banco.