El pasado 26 de marzo, Ford anunció que reanudaría la producción en Hermosillo, que fabrica los modelos Ford Fusion y el Lincoln MKZ, el 6 de abril y ocho días después en Dearborn, Kentucky, Kansas City y Ohio, en Estados Unidos.
Pero el fabricante estadounidense canceló este martes esos planes y dijo en un comunicado que mantendrá el parón de la producción mientras desarrolla "procesos adicionales de salud y seguridad para ayudar a que nuestra fuerza de trabajo esté segura y saludable".
"La salud y seguridad de nuestra plantilla, concesionarios, clientes, socios y comunidades sigue siendo nuestra principal prioridad", añadió el presidente de Ford en Norteamérica, Kumar Galhotra.
El sindicato United Auto Workers (UAW), que representa a miles de trabajadores de Ford, aseguró que la decisión "es la correcta".
El retraso del reinicio de las fábricas de Ford no afecta a la planta de componentes de Rawsonville, donde el fabricante de automóviles empezará a producir el 20 de abril miles de respiradores en colaboración con GE Healthcare.
Ford explicó este lunes que los 500 empleados que trabajarán en Rawsonville son voluntarios pagados. La compañía añadió hoy que la planta funcionará con "medidas sanitarias adicionales".
"Los trabajadores se tendrán que autocertificar a través de internet cada día que no están experimentando síntomas de COVID-19. Si los tienen, no podrán trabajar. Las estaciones de trabajo estarán separadas al menos dos metros las unas de las otras para mantener la apropiada distancia", dijo Ford.
"Los turnos de trabajo estarán separados para que no haya contacto entre trabajadores. Ford y UAW también están trabajando en varias soluciones de alta tecnología para mantener nuestra fuerza de trabajo segura", terminó señalando el fabricante.
