Las empresas que operan en Latinoamérica todavía destinan una parte "muy pequeña" de sus actividades y recursos a la responsabilidad social, aunque casi todas dicen que ese tipo de acciones son parte integral de su estrategia corporativa, concluyó un foro sobre el tema en Ciudad de México.
Además, falta todavía "mayor transparencia" y que las empresas comuniquen mejor sus esfuerzos en materia de responsabilidad social, indicó Antonio Vives, director de la III Conferencia España Iberoamérica sobre Responsabilidad Social de las Empresas, durante el cierre de ese foro celebrado en la capital mexicana.
Cuando los consumidores poseen mejor información sobre los proyectos sociales pueden recompensar o castigar a las compañías al momento de comprar productos, dijo Vives, quien presentó las conclusiones del encuentro, organizado por las fundaciones Carolina y Euroamérica y la embajada de España en México.
En este sentido, señaló que es necesario que en Latinoamérica se creen certificados que las empresas puedan exhibir en sus productos para que el consumidor tome decisiones de compra.
Un ejemplo de ello es el certificado "libre de mano de obra infantil", que existe en Brasil, dijo.
Vives también subrayó que las instituciones financieras deberían dar mejores condiciones crediticias a las empresas socialmente responsables.
Asimismo, señaló que en la medida en que las compañías de la región compitan más en el plano internacional sentirán "más presión" para cumplir con parámetros de responsabilidad corporativa.
De otra parte, el experto criticó a la organización ambientalista Greenpeace que en un libro de reciente publicación, en el que analiza casos aislados de empresas españolas que operan en México, "encuentra un problema y lo eleva a la categoría de desastre mundial".
También rechazó que esa organización no gubernamental critique a la cadena española NH por construir un hotel en un terreno de manglares sin contar que "ese manglar había sido destruido por un huracán reciente".
En tanto, Pedro Martínez, ministro consejero de la embajada de España en México, sostuvo que en territorio mexicano operan alrededor de 3 mil empresas con capital español.
A su juicio, México ha acogido a lo largo de su historia con "enorme generosidad" a miles de españoles exiliados, por lo que España "tiene una deuda" con el país latinoamericano "que con la responsabilidad corporativa" de alguna manera se puede "saldar".
Finalmente, el presidente de la Fundación Euroamérica, el ex ministro español Carlos Solchaga, manifestó que las sociedades no deben caer en "el puritanismo" de considerar a las empresas solo desde un punto de vista moral.