En todo caso, la cifra, condicionada por la pandemia de COVID-19, sigue suponiendo el mayor retroceso de la economía surcoreana desde el último trimestre de 2008, cuando el PIB se contrajo un 3.3 % con motivo de la crisis financiera global iniciada con la quiebra del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers.
Con respecto al trimestre enero-marzo del año anterior, la cuarta economía de Asia creció un 1.4 %, lo que supone también una revisión al alza del dato en una décima.
Aun así, también supone el dato más débil desde el tercer trimestre de 2009, cuando el PIB avanzó apenas un 0.9 % con perspectiva interanual.
Entre las revisiones que afectaron al dato macroeconómico están las exportaciones, pilar del PIB surcoreano, que se contrajeron un 1.4 % con respecto al último trimestre de 2019, en vez del 2 % inicialmente estimado.
A su vez, el retroceso de las importaciones (un 3.6 %) fue cinco décimas menor que lo inicialmente calculado.
Por otra parte, se amplió en una décima la contracción del consumo (un 6.5 %), muy afectado por el distanciamiento social, y se revisaron al alza el crecimiento del gasto público, que avanzó un 1.2 % (tres décimas más), y del gasto de capital, que se expandió un 0.4 % (dos décimas más).
Los efectos del coronavirus sobre Corea del Sur, que entre febrero y marzo llegó a ser el segundo país más afectado del mundo por el patógeno después de China, sirven de anticipo a los efectos que la pandemia está teniendo sobre las economías del planeta.