Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en julio recortaron 1.11 dólares con respecto al cierre de la jornada anterior.
El crudo de referencia en EE.UU. se descolgó de su precio más alto en dos años y medio tras varios días de notables ganancias atribuidas a las buenas perspectivas de demanda global, con la reapertura de las economías.
Pese a otra fuerte caída semanal en las reservas de petróleo nacionales, el Texas se ha visto lastrado tras el encuentro de política monetaria del banco central estadounidense, que dio pistas sobre sus siguientes pasos.
La Reserva Federal, que no tomó medidas, elevó sus perspectivas de inflación, indicó que ha comenzado a hablar sobre la futura retirada de estímulos y que prevé subidas de los tipos de interés tan pronto como en 2023.
"El movimiento sorpresa de la Fed acelerando el camino hacia la normalización de su política ha pillado con la guardia baja al mercado", dijo la analista Sophie Griffiths, de Oanda, quien también señaló la fortaleza del dólar, un factor bajista para los precios.
Según Louise Dickson, de Rystad Energy, el principal "punto de presión" para el petróleo es "el miedo percibido de un déficit de oferta agudo, ya que la OPEP+ aún no ha devuelto suficiente suministro al mercado y la producción de crudo en EE.UU. hasta ahora no ha reaccionado a los precios por encima de 70 dólares".
Por su parte, los contratos de gasolina con vencimiento en julio descendieron más de dos centavos hasta los 2,13 dólares el galón, mientras que los de gas natural para entrega el mismo mes sumaron menos de un centavo hasta los 3.25 dólares por cada mil pies cúbicos.