A las 9:05 hora local (13:05 GMT) en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del WTI para entrega en julio subían 0.79 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
El crudo de referencia en Estados Unidos continuaba con la tendencia alcista que ha vuelto a colocar el barril por encima de los 70 dólares y se situaba en niveles no vistos en dos años y medio, impulsado por el aumento de la demanda con buena parte del mundo en plena reapertura económica tras la pandemia de la covid-19.
"La libertad de movimiento de personas está aumentando en Estados Unidos y en Europa en particular, donde un relajamiento de las restricciones de la covid-19 ha hecho crecer el tráfico por carretera y aéreo. Las menores restricciones fronterizas, sobre todo en Europa, han impulsado la aviación internacional", destacó en una nota la analista Louise Dickson, de la firma Rystad Energy.
El viernes, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó su informe mensual, en el que señaló que la demanda global de petróleo se está recuperando a un fuerte ritmo en junio y estimó que volverá a niveles precrisis a finales de 2022.
Asimismo, la AIE insistió en que la OPEP debe abrir más sus grifos porque, a menos que haya cambios en las políticas energéticas, a finales del año próximo el mundo absorberá 100.6 millones de barriles diarios frente a los 82.9 millones en el segundo trimestre de 2020, en el momento más agudo de la crisis.
A ese crecimiento de la demanda se suma la temporada de mantenimiento en explotaciones petroleras de Canadá y el mar del Norte, que suele hacer subir los precios.
Además, algunos analistas apuntan a que las subidas están también relacionadas con las crecientes inversiones de Wall Street en energías limpias, que algunos inversores creen que pueden llevar a reducir el dinero que se destina a la extracción petrolera y así crear carencias y precios más altos.