El FMI reduce en dos décimas el crecimiento global hasta el 3.3%

El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo hoy en dos décimas el crecimiento global para 2013, hasta el 3.3 por ciento, y mantuvo en el 4 por ciento su previsión para 2014, en un informe en el que pronostica "baches" en los países ricos y destaca la "reaceleración" de los emergentes.

"El camino hacia la recuperación en las economías avanzadas seguirá teniendo baches", indicó el organismo en su informe semestral "Perspectivas Económicas Globales", en el que llama la atención sobre las mayores tasas de crecimiento en "muchas" economías de Asia, el África subsahariana y Latinoamérica.

El estudio celebra que en los últimos seis meses los países avanzados hayan desactivado dos de las grandes amenazas para la salud de la economía global: la amenaza de una desmembración de la zona euro y una fuerte contracción fiscal en Estados Unidos.

La respuesta de los mercados financieros, recuerda el Fondo, no se hizo esperar, con subidas generalizadas alrededor del mundo.

Pese a los avances, subsisten los riesgos, según el FMI, que advierte de la fatiga de los ajustes en Europa, la debilidad de los balances, los problemas en los mercados crediticios en los países periféricos de la zona euro y la ausencia de una unión monetaria y económica lo suficientemente sólida.

En Estados Unidos y Japón las amenazas a medio plazo provienen de la incertidumbre sobre la política fiscal.

El organismo advierte, en ese sentido, del efecto pernicioso que tendría la incapacidad de Estados Unidos para aumentar el techo de la deuda, una acción "autodestructiva" a la que el Fondo concede pocas posibilidades.

El informe considera también preocupante "a medio plazo" la ausencia de planes sólidos de consolidación fiscal en Estados Unidos y Japón, el elevado endeudamiento privado y el insuficiente progreso institucional en la zona euro, que podría conducir a un periodo prolongado de bajo crecimiento.

Entre las buenas noticias destaca la ausencia de presiones inflacionarias, lo que deja un amplio margen de actuación a los bancos centrales, que deben de ser conscientes, con todo, de los riesgos que pueden acarrear sus políticas expansivas.

Un estudio reciente publicado por el FMI señalaba, en ese sentido, que los bajos tipos de interés impulsados por los bancos centrales hacen que los inversionistas busquen mejores retornos en otros activos y podrían llevar a la formación de nuevas burbujas financieras en el sector de fondos de inversión y aseguradoras.

Por lo demás, el informe considera "exageradas" las quejas sobre depreciaciones competitivas en el mercado de divisas.

"El dólar y el euro parecen estar moderadamente sobrevalorados y el yuan moderadamente infravalorado. Los indicios sobre la valoración del yuan son mixtos", concluye el informe.