El organismo se pregunta en su informe semestral "Perspectivas Económicas Globales", publicado hoy, si las nuevas muestras de debilidad son simplemente un nuevo episodio turbulento en una recuperación lenta y con baches o denotan un problema más duradero.
La respuesta hay que buscarla, en opinión del Fondo, en Europa y Estados Unidos y en su premura a la hora de solucionar los desafíos económicos que afrontan a corto plazo.
Las previsiones del FMI asumen que Washington y Bruselas actuarán con determinación, lo que permitirá que la actividad económica comience a acelerarse a lo largo del 2012.
Si, por el contrario, Europa y Estados Unidos se quedan dormidos en los laureles los datos macroeconómicos volverán a decepcionar, según el Fondo, que no titubea a la hora de calificar de "alarmantemente altos" los riesgos de una gran desaceleración mundial.
Para el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, la crisis de deuda en Europa y la falta de un plan fiscal en Estados Unidos están entre los principales focos de "incertidumbre respecto al futuro".
El organismo, que celebra esta semana su reunión anual conjunta con el Banco Mundial (BM) en Tokio (Japón), destaca que la probabilidad de que el crecimiento mundial caiga por debajo del 2 por ciento en 2013 -lo que equivaldría a una recesión en las economías avanzadas y una seria ralentización en las emergentes- ronda ahora el 17 por ciento, frente al 4 por ciento de abril.
Especialmente graves son las perspectivas de Europa, donde las probabilidades de recesión para el 2013 superan el 80 por ciento, según el Modelo de Proyecciones Globales del Fondo (GPM).
En Estados Unidos, la probabilidad de una recesión el próximo año es del 15 por ciento y en Japón de más del 25 por ciento.
En Europa, la deuda soberana tendrá que continuar su proceso de ajuste y el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y el mecanismo permanente de rescate -MEDE- deberán apoyar a los países en crisis y a sus bancos para aliviar los problemas de financiación y acabar con la retroalimentación negativa entre los títulos soberanos y la banca.
Además, las medidas contra la crisis deben perseguir no sólo resultados rápidos y tangibles, sino también una "mayor unidad monetaria", insiste el FMI.
El organismo considera "esencial" que se asegure el acceso a financiación a un "coste razonable" a los países periféricos y que estos, a su vez, continúen con el ajuste fiscal a un ritmo tolerable.
Las inyecciones directas de capital en los bancos también son "clave", por lo que el fondo permanente de rescate tendrá que ser operativo a la mayor brevedad posible y habrá que poner en marcha un único mecanismo de supervisión.
El FMI califica de "indispensable" la existencia de una unión bancaria europea bajo un único paraguas regulatorio y de supervisión, y que incluya también los seguros de garantía de depósitos, explicó en Tokio Blanchard, que recordó que hay que hacerlo "paso a paso".
"La estrategia general está clara", aseveró, y defendió continuar con políticas monetarias "acomodaticias", continuar con una consolidación fiscal firme "ni demasiado rápida ni demasiado lenta", y seguir fortaleciendo el sistema financiero.
En Estados Unidos, el Fondo alerta del problema del "precipicio fiscal", referido al incremento automático de impuestos y a los grandes recortes de presupuesto que tendrían lugar si no se toman medidas antes de finales de año.
"Los mercados parecen considerar que el abismo fiscal es un riesgo menor dado que el Congreso alcanzó compromisos en el pasado para solucionar situaciones en las que había mucho en juego", dice el informe.
"Eso implica que si el riesgo se materializa se golpearía duramente la confianza, lo que contagiaría rápidamente a los mercados financieros en el resto del mundo", añade.
Según los datos publicados hoy, la economía de la zona euro se contraerá un 0.4 por ciento este año y repuntará un 0.2 por ciento en 2013. Alemania, que empieza a resentirse de los problemas en la periferia repuntará un 0.9 por ciento este año y el próximo, mientras que Francia crecerá un 0.1 por ciento en 2012 y un 0.4 por ciento en 2013.
Estados Unidos, por su parte, repuntará un 2.2 por ciento en 2012 y un 2.1 por ciento en 2013, mientras que Japón crecerá un 2.2 por ciento este año y un 1.2 por ciento el próximo.
El conjunto de economías emergentes avanzará a un ritmo promedio del 5.3 por ciento en 2012 y del 5.6 por ciento en 2013, con China (7.8 por ciento y 8.2 por ciento) a la cabeza. En Latinoamérica el crecimiento promedio será del 3.2 por ciento este año y del 3.9 por ciento el próximo.
El informe adelanta también que las condiciones en los mercados seguirán siendo "muy frágiles" a corto plazo porque la implementación de soluciones en Europa "llevarán tiempo" y la sombra del abismo fiscal estadounidense aumenta las dudas sobre la recuperación.