El FMI pronostica estabilidad con crecimiento mundial del 3.6%

El Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló hoy en sus perspectivas económicas que el riesgo de una crisis mundial se va reduciendo, con la coyuntura más estable y un mayor crecimiento, pese a lo cual destacó que no han desaparecido los riesgos.

La economía global crecerá en 2014 un 3.6 por ciento, y un 3.9 por ciento en 2015, cifras con una ligera corrección a la baja (0.1 puntos porcentuales) con respecto al pronóstico anterior de enero, indican las "Perspectivas de la Economía Mundial" presentadas en Washington.

Las cifras implican en cualquier caso una mejora frente a 2013, cuando la expansión fue del 3.0 por ciento en todo el mundo.

El impulso a la coyuntura viene dado por los países más ricos, que empiezan a pisar fuerte otra vez, aunque la eurozona todavía tiene mucho trabajo por delante, en tanto que las economías emergentes y en desarrollo enfrentan nuevos riesgos y una competencia creciente por las inversiones, subraya el informe.

"La actividad global se fortaleció durante la segunda mitad de 2013 y se espera que mejore más en 2014-15. El impulso procedió sobre todo de las economías avanzadas, pese a que su recuperación es desigual", señala el texto, que destaca el buen desempeño de Alemania.

"Se prevé que el crecimiento de las economías de mercado emergentes sea moderado. Estas economías se están ajustando a un entorno financiero externo más difícil", señala el reporte. Pese a ello, los mercados emergentes son responsables de más de dos tercios del crecimiento mundial.

El mundo sigue sin poder alcanzar "una recuperación plena", escribe el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, en un artículo que acompaña el informe. También destaca que el crecimiento se ha estabilizado de forma que muchos bancos centrales pueden empezar a contemplar la posibilidad de "normalizar" su política de tasas de interés y monetaria.

"Los inversores están menos preocupados por la sostenibilidad del crédito. Los bancos se están volviendo gradualmente más fuertes", opina Blanchard.

El mayor crecimiento en las economías desarrolladas podría aumentar la demanda de exportaciones desde las emergentes, pero la recuperación -y las políticas monetarias más estrictas que la acompañan- están dando nuevas formas a los flujos globales de capital.

"Los inversores serán menos indulgentes y la debilidad macroeconómica será más costosa", escribe Blanchard. "Se han reducido los riesgos graves, pero no han desaparecido los riesgos".

Las economías avanzadas crecerán en 2014 un 2.2 por ciento, frente al 1.3 por ciento del año pasado. Estados Unidos, con una recuperación que según Blanchard "parece sólidamente fundada", lo hará a una cifra mayor, del 2.8 por ciento, mientras que la eurozona saltará de una contracción del 0.5 por ciento en 2013 a una expansión de 1.2 por ciento este año.

En Europa, el informe destaca que los países más débiles, como España, siguen sufriendo un elevado desempleo, escasas inversiones y una oferta insuficiente de crédito.

La eurozona sigue divivida entre un núcleo más sano y las economías aún en problemas. "La reforma financiera está incompleta y el sistema financiero sigue en riesgo", señala Blanchard, que pide reformas estructurales para aumentar el potencial de crecimiento.

"Se han vuelto más importantes las medidas para aumentar el crecimiento potencial", señaló, como aumentar la competencia y la productividad, reducir el tamaño de las estructuras gubernamentales o examinar el papel de la inversión pública.

El organismo advierte asimismo de "una retirada prematura" de las políticas monetarias expansivas en Europa. "En el área euro es necesaria una mayor flexibilización monetaria, incluyendo medidas no convencionales si es necesario, para mantener la actividad y ayudar a alcanzar el objetivo de estabilidad de precios del Banco Central Europeo, bajando los riesgos de una inflación aún menor o la llegada de la deflación", señala el FMI.

La institución, que ha participado en los rescates europeos a países en problemas, reiteró su llamado a la eurozona para que recapitalice los bancos en problemas, complete la unión bancaria y lleve a cabo más reformas estructurales para aumentar el crecimiento.

El FMI reduce sus pronósticos de crecimiento para los países emergentes y en desarrollo desde un 5,1% estimado en enero al 4.9 por ciento. El organismo se muestra preocupado por los problemas de capital y recomienda a estas naciones que se protejan ante la posibilidad de que los inversores retiren su dinero.

Tienen que dejar que sus monedas fluctúen de forma flexible ante estos cambios, endurecer su política monetaria, bajar el déficit público y realizar nuevas reformas estructurales, señala el FMI.

El informe subraya tres riesgos crecientes de los que ya alertó la semana pasada en un discurso la directora gerente del FMI, Christine Lagarde: la inflación demasiado baja en los países avanzados; mayores riesgos en los mercados emergentes y los riesgos geopolíticos como la actual crisis entre Ucrania y Rusia.

Blanchard destaca también que el aumento de la desigualdad de ingresos en el mundo se ha convertido en un tema central.