En el segundo trimestre del año el beneficio operativo se amplió un 23 % hasta los 5,700 millones de dólares, con un aumento de los ingresos del 20 % hasta 19,700 millones de dólares.
El avance de los ingresos en productos para centros de datos fue en el segundo trimestre del 34 % hasta 7,200 millones de dólares, mientras que en el segmento de computadores personales la mejora fue de un 7 % hasta 9,500 millones de dólares.
"Ha sido un trimestre excelente, muy por encima de las expectativas y que continúa la fuerte demanda en computación para apoyar servicios en la nube y entornos de aprendizaje y trabajo desde casa", remarcó el consejero delegado de Intel, Bob Swan.
La llegada de la pandemia de la COVID-19 ha obligado a muchas empresas a operar con más intensidad en la nube y a prepararse para equipar a trabajadores y alumnos para el trabajo en remoto.
"Estos resultados están impulsados por fuertes ventas en nube, portátiles, memorias y productos 5G en un entorno donde los servicios digitales y de computación de alto rendimiento son esenciales para nuestro modo de vivir, trabajar y estar conectados", indicó la empresa en un comunicado.
El ingreso por acción de Intel aumentó un 29 % hasta 1.19 dólares, por encima de lo esperado por los analistas.
Pese a los buenos resultados, los mercados reaccionaron al cierre empujando el precio de la acción de Intel a la baja y pese a que la empresa renovó las proyecciones para el total del año con unos 75,000 millones de dólares en ingresos.
Intel se enfrenta a un futuro en el que los centros de datos y la inteligencia artificial son los grandes mercados para la industria de la computación y chips y en el que han aparecido serios competidores como NVIDIA, dominante en el nicho de GPUs.