La entidad monetaria europea publicó sus últimas proyecciones macroeconómicas para la zona del euro para 2012 y 2013, que hace el Eurosistema -el BCE y los bancos centrales nacionales- con periodicidad semestral.
"Se prevé que continúen debilitando el crecimiento las tensiones en algunos mercados de deuda soberana en la zona del euro y su impacto en las condiciones de crédito, el proceso de ajuste de los balances en el sector bancario y no bancario y el elevado desempleo previsto", según el BCE.
"Asumiendo que la crisis financiera no se intensifica más, el crecimiento del producto interior bruto (PIB) se recuperará gradualmente sobre el horizonte de proyección, reflejando una demanda externa más fuerte y un fortalecimiento gradual de la demanda nacional", dijo el BCE.
El BCE prevé que la economía de la zona del euro se contraerá en 2012 una media del 0.1 por ciento (con un rango de crecimiento entre un -0.5 y un 0.3 por ciento), como había previsto en marzo.
La economía de la zona del euro crecerá una media del 1 por ciento en 2013, en un rango entre el 0 y el 2 por ciento, lo que supone una pequeña revisión a la baja respecto a los pronósticos de marzo (entre el 0 y el 2.2 por ciento).
El BCE prevé que la inflación se situará en una media del 2.4 por ciento en 2012, reflejando presiones por los precios de la energía más elevados, un tipo de cambio del euro más bajo e incrementos en los impuestos indirectos.
El BCE prevé para 2012 una inflación media del 2.4 por ciento, en un rango entre el 2.3 y el 2.5 por ciento, frente al 2.1 y el 2.7 por ciento pronosticado en marzo.
En la medida en que el impacto de los elevados precios de las materias primas pierda intensidad, la inflación bajará hasta una media entre el 1 y el 2.2 por ciento en 2013.
Para 2013, el BCE prevé que la inflación se situará en una media del 1.6 por ciento, en un rango entre el 1 y el 2.2 por ciento (frente al rango entre el 0.9 y el 2.3 por ciento previsto en marzo).