La decisión del organismo emisor de revisar a la baja su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) se produce tres semanas después de que el gobierno admitiera que, tras ochos trimestres consecutivos de expansión, la economía se estancó en el tercer trimestre con respecto al segundo.
La previsión del Banco Central para el crecimiento este año está por encima de la proyectada por los economistas de los bancos privados (2.93 por ciento) y por debajo de la calculada por el Ministerio de Hacienda (3.2 por ciento).
El emisor también proyecta una expansión para la economía en 2012 por debajo de la esperada por el propio gobierno (entre un 4 y un 5 por ciento), según el informe trimestral sobre la inflación que divulgó este jueves.
En su informe, el emisor alertó de que el actual proceso de desaceleración de la economía brasileña se puede acentuar por la crisis económica internacional.
En el actual contexto, advierte el organismo, "las exportaciones son directa y negativamente afectadas por la desaceleración de la economía mundial, y los canales de crédito y de confianza tienden a desacelerar el ritmo de crecimiento de las inversiones y del consumo interno".
Según el Banco Central, en los últimos meses se registró un deterioro en las expectativas en el escenario externo, con "nuevas reducciones, generalizadas y de gran magnitud, en las proyecciones de crecimiento para los principales bloques económicos, y con el agravamiento de las condiciones financieras en algunas de las principales economías de la zona del euro".
La institución alega que, pese a la crisis internacional, el crecimiento de la demanda interna seguirá favoreciendo la economía brasileña gracias al aumento de la renta y del crédito.
Pese al estancamiento de la actividad económica entre julio y septiembre, el crecimiento acumulado en los primeros nueve meses del año en Brasil fue del 3.2 por ciento y en los últimos doce meses fue del 3.7 por ciento.
Tanto el gobierno como los economistas atribuyen el estancamiento del tercer trimestre a las medidas restrictivas adoptadas a comienzos del año para frenar la inflación, ya levantadas, y a la crisis económica internacional, que redujo la demanda de productos brasileños en el exterior.
En cuanto a la inflación, el Banco Central admitió en el informe divulgado hoy que hay un 54 por ciento de posibilidades de que el índice de precios se ubique por encima del 6.5 por ciento, que es el techo oficial, y confía en que los precios crecerán el 4.7 por ciento tanto en 2012 como en 2013.