La desaceleración en el crecimiento económico se debe a las repercusiones que tendrá en la región la menor expansión de la economía mundial y la elevada incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros internacionales, señaló este organismo de Naciones Unidas.
Los países con mayor expansión este año serán Panamá (10.5 por ciento), Argentina (9.0 por ciento), Ecuador (8.0 por ciento), Perú (7.0 por ciento) y Chile (6.3 por ciento), mientras que El Salvador sólo creció un 1.4 por ciento; Cuba, un 2.5 por ciento, y Brasil, un 2.9 por ciento.
La economía mexicana crecerá este año un 4.0 por ciento, según la estimación entregada hoy por la Cepal.
Al igual que en años anteriores, los resultados fueron desiguales entre las áreas de la región, ya que los países sudamericanos crecieron un 4.6 por ciento; las economías de Centroamérica, un 4.1 por ciento y las naciones caribeñas, un 0.7 por ciento.
En conjunto, el crecimiento estimado para 2011 supuso un aumento de la renta per cápita del 3.2 por ciento. Además, la tasa de desempleo abierto regional bajó del 7.3 al 6.8 por ciento.
Durante la primera mitad de este año, el crecimiento se moderó con respecto a 2010, pero aún así gran parte de la región tuvo un desempeño positivo gracias a un contexto externo favorable.
Sin embargo, en la segunda mitad de 2011 la volatilidad y la incertidumbre complicaron el entorno global, lo que provocó una mayor desaceleración de las economías con respecto a 2010, año en que la región creció un 5.9 por ciento.
"Además del impacto del contexto externo crecientemente complejo, el menor crecimiento económico de 2011 se explica por las medidas aplicadas sobre todo en Brasil para enfriar la demanda interna y evitar un sobrecalentamiento a partir de su fuerte expansión en 2010", señala el documento.
A pesar de ello, varios países crecieron más en 2011 que en 2010, a lo cual contribuyeron factores como la recuperación de situaciones de desastres naturales (Chile y Haití) y los altos precios de los hidrocarburos (Venezuela y Ecuador).
También contribuyó el efecto de la recuperación de Estados Unidos en las exportaciones y remesas de países centroamericanos y caribeños.
Entre los retos de política macroeconómica que los países debieron enfrentar este año figura el aumento de la inflación, que pasó de 6.6 por ciento regional en 2010 a alrededor del 7 por ciento en 2011, y la apreciación cambiaria de varias monedas.
El informe admite que el crecimiento económico de la región no es inmune al entorno de incertidumbre que impera a nivel global.
"Existe una probabilidad no menor de una crisis profunda de la Eurozona, lo que afectaría de manera significativa a la economía mundial en su conjunto e impactaría a nuestra región", advirtió la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
Las consecuencias de esta situación se dejarán sentir tanto en la economía real (exportaciones, precios, inversión extranjera, remesas, y turismo), como en el ámbito financiero (mayor volatilidad, posibles salidas de capital y dificultades de acceso al crédito)",
La Cepal proyecta que en América Latina y el Caribe el crecimiento el próximo año esté liderado por Haití (8 por ciento), seguido de Panamá (6.5 por ciento), Perú (5 por ciento), Ecuador (5 por ciento) y Argentina (4.8 por ciento).
Los mercados laborales continuarán creciendo, pero a menor ritmo, de manera que el desempleo se situará en un rango de entre el 6.6 y el 6.8 por ciento. En tanto, el déficit por cuenta corriente registrará un nuevo aumento, del 1.4 al 1.8 por ciento del PIB.
El informe de la Cepal indica que la disminución de la actividad de los países desarrollados supondrá una caída de la demanda de bienes, lo cual repercutirá negativamente en las exportaciones de la región y los precios de sus principales productos, como ya está sucediendo.
La región está mejor preparada para una caída de la economía mundial, gracias a un alto nivel de reservas, mejoras en las cuentas públicas, bajos niveles de deuda pública y una perspectiva de inflación decreciente.
Sin embargo, en muchos países la capacidad para implementar políticas anticrisis es hoy menor que en el periodo 2008-2009.
Por ello, los principales desafíos son prepararse para un eventual empeoramiento de la situación internacional, diseñar paquetes para una política fiscal contracíclica, cuidar el empleo, proteger a los sectores sociales más vulnerables y fortalecer la integración intrarregional.