Berlín confía aún en poder introducir en el conjunto de la Unión Europea (UE) un impuesto a las transacciones financieras, pese a la oposición de algunos países, aseguró el portavoz del ministerio de Finanzas, Martin Kotthaus.
"Aquí y ahora", representantes de Los 27 siguen trabajando en la propuesta de la Comisión Europea (CE) y "no tiene ningún sentido discutir sobre alternativas" mientras tanto, afirmó el portavoz en un encuentro rutinario con medios de comunicación.
"Ese es el objetivo. En eso nos estamos concentrando", apostilló Kotthaus.
El portavoz indicó que sobre este asunto debatirán los ministros de Economía y Finanzas de la UE en el encuentro informal que se celebrará los días 30 y 31 de marzo en Copenhague.
Kotthaus reconoció, no obstante, que si no se logran avances en el primer semestre del año se buscarán nuevas medidas que logren el respaldo de los 27, porque en cuestiones impositivas la "unanimidad" es requisito imprescindible y no se puede discutir "hasta el infinito".
Por su parte, el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, aseguró en este mismo encuentro con periodistas que el debate en torno al impuesto sobre las transacciones financieras "no va unido al pacto fiscal".
Así, intentó deslindar ambos asuntos, que la oposición socialdemócrata y verde ha tratado de agrupar en los últimos días al indicar que no respaldarán en el Bundestag (cámara baja del Parlamento) el pacto fiscal si el texto legal no incluye, junto a la disciplina presupuestaria, la introducción de este impuesto.
La coalición de centro-derecha en el gobierno alemán precisa en esta ocasión del apoyo de la oposición en el Bundestag y Bundesrat (cámara alta), ya que implicará una reforma constitucional y necesita, por tanto, la mayoría de dos tercios de los diputados de cada cámara.