El informe sobre la Política Monetaria de la entidad australiana pronostica un crecimiento cercano al 3.5 por ciento para el presente año y de hasta un 4 por ciento para el 2013.
La cifra de crecimiento "es similar al informe de noviembre, aunque se sitúa por debajo de lo pronosticado a mediados de 2011 al reflejar la rebaja de las perspectivas de crecimiento para la economía global" y "la incertidumbre de la situación en Europa", indicó la reserva australiana en un comunicado.
El principal peligro para la economía australiana será un agravamiento de la crisis de la deuda soberana en Europa, aunque el RBA destacó que las medidas adoptadas por las autoridades europeas parecen haber reducido este riesgo.
Aún así, "Australia está mejor situado que otros países para afrontar los inconvenientes de este riesgo gracias a los ajustes de su política económica, su tasa flexible de cambio y la fortaleza de su sistema financiero", recalcó el organismo.
El Banco de la Reserva de Australia también indicó que el incremento del Producto Interior Bruto (PIB) para 2011 se calcula en 2.75 por ciento, en un año que estuvo marcado por los desastres naturales que afectaron a la producción del país oceánico.
La importancia de la actividad minera y del sector energético, cuyas inversiones de proyectos aprobados o en construcción de gas natural licuado ascienden a 193,590 millones de dólares (145,753 millones de euros) son dos de los pilares que destacó la reserva australiana.
La fuerte apreciación del dólar australiano, que calcula se cotizará a 1.07 dólares estadounidenses, afectará negativamente en el crecimiento de otros sectores como la construcción, la manufactura, el turismo y la educación, según el ente emisor.
El RBA también calculó que la inflación será de 3 por ciento en 2012 y de 2.5 por ciento en 2013, mientras que la inflación subyacente, que incluye los precios más volátiles de la energía y los alimentos, será de 2.75 y 2.5 por ciento, en este y el próximo año, respectivamente.