Finau, trigésimo octavo en la clasificación del PGA Tour, dividió el protagonismo en la jornada en el Muirfield Village Golf Club con el exnúmero uno Tiger Woods, quien volvía a la acción después de cinco meses de ausencia voluntaria por sus temores al coronavirus.
Finau, de 30 años, sembró en su recorrido nueve 'birdies' y tres 'bogeys'.
Superó a su compatriota Ryan Palmer, de 44 años, número 50 en la clasificación del PGA Tour, quien registró 67 golpes (-5) después de alcanzar cinco 'birdies', sin 'bogeys'.
Brendan Steele y Gary Woodland comparten el tercer puesto al firmar sendas tarjetas de 68 golpes (-4).
El español John Rahm, número dos del mundo, y los estadounidenses Charles Howell III comparten el quinto lugar con un 69 golpes (-3).
El norirlandés Rory McIlroy, número uno del mundo, acabó con tarjeta de 70 golpes (-2) y comparte el octavo puesto con otros nueve rivales.
El legendario Woods, de 44 años, consiguió dos 'birdies' en los tres primeros hoyos y acabó su recorrido por el Muirfield Village Golf Club con tarjeta de 71 golpes (-1).
"Lo importante es que las sensaciones han sido buenas y aunque podía haber hecho mejor las cosas, creo que llego a la segunda ronda con confianza en mi juego", declaró Woods.
El ganador de 15 grandes admitió que su regreso no fue sorprendente, pero si lo suficiente bueno como para pensar que puede hacer mejor las cosas, especialmente después de que en el hoyo 18 consiguió un 'birdie'.
"Me gustaría haber comenzado con condiciones más fáciles", admitió Woods.
"Tiger todavía no está afinado", afirmó el legendario Jack Nicklaus, responsable del diseño del campo donde se disputa el torneo que reparte 9,3 millones de dólares en premios y 500 puntos para la clasificación de la FedEx.
El estadounidense Bryson DeChambeu propinó el golpe más largo de la jornada con 387 metros pero su registro final no fue el mejor, pues entregó una tarjeta de 73 golpes (+1).