El crack rosarino y su familia salieron, alrededor de las 13:00 horas (-2 GMT), en varios coches hacia el aeropuerto de El Prat, desde su casa de Castelldefels (Barcelona), donde se dieron cita una docena de aficionados para despedir al jugador y varios redactores y equipos de televisión. Una expectación de aficionados y prensa que fue en aumento cuando el '10' alcanzó la terminal aérea.
Messi viajó acompañado de su esposa Antonella Roccuzzo, de sus hijos Thiago, Mateo y Cio, de Pepe Costa, asistente personal y exresponsable de la Oficina de Atención al Jugador del Barcelona, y de su padre y representante, Jorge Messi, quien confirmó, a su llegada al aeropuerto, su nuevo destino.
Con un lacónico "sí" respondió Jorge Messi cuando se le preguntó si esta misma tarde ficharían por el PSG, antes de reconocer, con rictus serio, que su hijo se marchaba triste del Barça y de pedir a los periodistas que preguntaran en el club catalán quien había sido responsable de su adiós.