Los vínculos existentes entre Jouma y el régimen del presidente Bachar al Asad son al parecer la causa de que el Reino Unido rechace el visado del presidente del Comité Olímpico sirio.
La decisión, tomada en una reunión entre representantes de los ministerios británicos de Interior y Exteriores con Cultura, Medios y Deporte, debe ser ahora ratificada por el Comité Olímpico Internacional (COI).
El pasado 28 de marzo, durante la visita de la Comisión de Coordinación del Comité Olímpico Internacional (COI) al Parque Olímpico de Londres, el primer ministro británico, David Cameron, aseguró que los funcionarios involucrados en el régimen sirio "no serían bienvenidos" a Londres.
En cambio, Cameron aclaró que la participación de los atletas sirios en Londres 2012 -alrededor de una decena se han clasificado para esta cita deportiva- no peligra a no ser que alguno de ellos esté envuelto en crímenes de guerra, por lo que serían apartados automáticamente de la competición.
"Los atletas sirios deberán participar en los próximos Juegos Olímpicos, es lo correcto", opinó el primer ministro.
El Reino Unido, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, es uno de los países que más insistentemente ha pedido sanciones más duras contra el régimen de Bachar al Asad.
En los últimos meses y a pesar del plan de paz del mediador internacional Kofi Annan, el conflicto en Siria se ha intensificado y, según aseguró el ministro de Exteriores británico, William Hague, ese país se encuentra al borde de la guerra civil.
De acuerdo con datos de la ONU, desde marzo de 2011 más de 10.000 personas han muerto en Siria a causa de la violencia, unas 230.000 han tenido que desplazarse de forma interna y más de 60.000 han buscado refugio en países vecinos como Turquía y el Líbano.