Keys agota los argumentos de Swiatek

La estadounidense Madison Keys, numero 14 del mundo, hasta ahora con una sola presencia en finales del Grand Slam (2017, EE.UU.), jugará el sábado por hacerse con el Abierto de Australia tras imponerse a la número dos de la clasificación, la polaca Iga Swiatek, por 5-7, 6-1 y 7-6 (8) en una semifinal vibrante, plagada de alternativas y que se prolongó durante dos horas y 37 minutos.

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EFE/EPA/JOEL CARRETT AUSTRALIA AND NEW ZEALAND

Keys, de 29 años, acabó con todos los argumentos que le planteó Swiatek, ganadora de cinco 'grandes' y que estuvo a un punto de acceder por primera vez a la final en Melbourne.

La rival de Keys en la final será la bielorrusa Aryna Sabalenka, que derrotó a la española Paula Badosa por 6-4 y 6-2. La derrota de Swiatek garantiza a Sabalenka mantener el número uno de la WTA cuando acabe el torneo.

Swiatek entró en la pista como favorita y salió como la gran derrotada. Tuvo dificultades de principio a fin para hacerse con el control de juego. La derecha de su oponente hizo estragos en su tenis y ambas sufrieron hasta el último punto del superdesempate.

Keys, muy sólida y con experiencia en este tipo de compromisos de altura -jugaba por undécima vez el Abierto de Australia y por tercera las semifinales (2015, 2022)- quitó el servicio en ocho ocasiones a una jugadora que llevaba cuatro partidos sin ceder un solo saque.

La polaca dispuso de una primera bola de set con 5-3 en el primero, que no pudo convertir. El tesón de Keys, siempre al ataque, siempre centrada, siempre con la mirada puesta en las líneas, fue premiado con una nueva rotura y un empate 5-5. Solo entonces Swaitek dio el acelerón definitivo y cerró por 7-5.

Keys pasó página de inmediato con una racha imparable de cinco juegos seguidos en la que todo lo hizo bien. La polaca no lograba hacer daño con su derecha y, aunque paró la sangría con el 5-1 y salvó luego al resto dos puntos de set, al tercero sucumbió ante la garra de la norteamericana.

Swiatek se reencontró consigo misma en el tercer parcial, pero solo a rachas. El público de la Rod Laver Arena volvió a disfrutar de sus fantásticos restos y de su explosividad, pero también comprobó que su regularidad no era la de anteriores choques. Keys nunca se dio por vencida y aumentó la incertidumbre sobre el desenlace.

La polaca esquivó dos bolas de rotura antes de igualar 4-4. La locura del siguiente juego (0-40 para Swiatek, victoria final de Keys) dejó a la americana en disposición de restar para meterse en la final. Aunque estuvo a solo dos puntos de hacerse entonces con el partido, perdió sus opciones con una mala subida a la red y luego encajó un 'break', en el peor momento posible.

Ni siquiera entonces pudo Swiatek relajarse. Keys salvó la primera bola de partido con un buen resto y sumó una rotura más (6-6). La ganadora de cinco Grand Slams no podía con una rival sin ningún 'grande' en su historial.

El superdesempate incluyó dobles faltas, cañonazos, bolas que se quedaron en la cinta, subidas sin sentido, voleas inverosímiles... Llegaron al 8-8. Un espléndido saque de Keys le dio un punto de partido. Y una derecha larga de Swiatek le abrió la puerta de la final. La primera en Melbourne, la segunda en un torneo de la máxima categoría.

Sabalenka y Keys han jugado en cinco ocasiones, con un balance de 4-1 para la bielorrusa.