La final con la que los aficionados y las casas de apuestas soñaban desde el comienzo de la temporada número 100 de la NFL se hizo realidad el pasado domingo, cuando los Chiefs se proclamaron campeones de la Conferencia Americana (AFC) y los 49ers de la Nacional (NFC).
Nada más clasificarse ambos equipos, la venta de las entradas entró en ebullición y, tras dos días, ya se conoce que el precio promedio en la reventa se acerca a los 7,000 dólares.
El Hard Rock Stadium de Miami, que tiene un aforo de 65.326 espectadores, es el escenario ideal para que los aficionados que viajen a ver el mayor evento deportivo del año en Estados Unidos también disfruten de unos días de buen clima y playa, si lo desean.
Los expertos en venta de entradas también aseguran que el mayor valor que este año han adquirido las del Super Bowl se debe a que el espectáculo artístico musical del medio tiempo contará con dos grandes figuras de la música mundial como la estadounidense de origen puertorriqueño Jennifer López y la colombiana Shakira.
Será la primera vez en la historia del espectáculo en el que el protagonismo será enteramente latino.
Miami ha acogido otras diez veces el Super Bowl desde que comenzó la competición en 1967. Lo fue en 1968, 1969, 1971, 1976, 1979, 1989, 1995, 1999, 2007 y 2010.
Uno de esos Super Bowls, el de 1989 (XXIV), los disputaron los 49ers, que jugaron contra los Bengals de Cinccinati, a los que ganaron por 20-16.
Los 49ers, al año siguiente, en el Super Bowl XXV, también salieron campeones al enfrentarse a los Broncos de Denver, a los que vencieron por paliza de 55-10, en partido que se disputó en el Superdome de Nueva Orleans.