"El compromiso verdadero con la repatriación de restos indígenas nos permite encontrar respuestas a un periodo muy oscuro en nuestra historia", dijo Arapata Hakiwai, portavoz del museo neozelandés.
Los restos ancestrales de maoríes fueron muy populares entre coleccionistas de Norteamérica y Europa durante los siglos XIX y XX. Se los consideraba una especie de trofeos de viaje.
La devolución se enmarca en el programa de repatriación de restos que está llevando a cabo el museo Te Papa. Se prevé que las 35 cabezas, además de dos pieles de muslo tatuadas, lleguen a Wellington el 5 de diciembre.
Ese día tendrá lugar una bienvenida oficial maorí por parte de líderes tribales y las autoridades. Los restos serán devueltos a sus descendientes tras pasar un periodo de cuarentena, conservación e investigación.
La mayoría de estos restos maoríes provienen de la colección privada de Felix von Luschan, un antropólogo austríaco que a comienzos del siglo XX fue comisario y director del Museo de Etnología de Berlín. (DPA)