Exhiben tesoros olmecas, la primera cultura americana que legó arte colosal

Más de cien piezas de la civilización olmeca se exhiben desde en Ciudad de México para dar a conocer "la primera civilización americana que dejó arquitectura y escultura monumental", informaron hoy los organizadores de la exposición.

La exposición contiene 106 piezas arqueológicas, muchas de ellas de gran tamaño, entre las que destacan dos cabezas colosales originales, la 5 y la 9 de las 17 encontradas hasta ahora, hechas de piedra volcánica y con un peso de más de cuatro toneladas cada una.

El estilo artístico olmeca se caracteriza por mostrar piezas de gran tamaño, la mayoría hechas con basalto, así como pequeñas figuras realizadas con jade y piedras verdes.

Los objetos exhibidos son muy variados: hachas votivas, máscaras, sellos, espejos, colgantes, botellones y figuras antropomórficas o de animales como el jaguar.

La civilización olmeca se desarrolló entre el año 1,800 antes de Cristo hasta el año 400 de la misma era en la zona que hoy ocupan los estados de Veracruz y Tabasco, y posteriormente hay trazas de que existieron grupos en los de Morelos, Chiapas y Guerrero.

La muestra "Obras colosales del mundo olmeca" está dividida en cuatro ejes dedicados a los asentamientos, la jerarquía y el poder, las zonas vecinas a los núcleos primigenios y el legado que dejaron a los que les sucedieron.

Se exhibe parte al aire libre y parte en espacios cubiertos del Museo Nacional de Antropología de la capital mexicana, donde permanecerá abierta hasta fines de octubre.

Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tardaron tres años en organizar la exposición, que reúne piezas de museos de Veracruz, Tabasco, Puebla, Chiapas Tabasco y Yucatán.

La muestra tuvo como comisaria a Virginia Fields, ya fallecida, y como coordinadora a Érika Gómez, quien hoy definió en un recorrido a a los olmecas como "la cultura más antigua en producir manifestaciones arquitectónicas y obras monumentales".

En relación con las cabezas, dijo que no hay dos iguales, que son piezas de gran valor que "por lo general representan a gobernantes". Las diecisiete encontradas hasta ahora "no pertenecen a una misma época" y tienen rasgos distintos, habiendo algunas de mujeres.

Parte de las dificultades para saber más de los olmecas deriva de que "no hay un registro escrito" sobre ellos, sino únicamente se han hallado "glifos aislados", indicó Gómez.

Una de las incógnitas que existen es cómo trasladaron a los enclaves donde fueron hallados sus restos los materiales con que hicieron las piezas escultóricas, por ejemplo, y otra, cuáles fueron "sus ritos" y "su cosmovisión".

Acerca de la extinción de esta cultura, comentó que se atestiguó con los hallazgos de "monolitos destruidos" en diversos puntos de México y Centroamérica.

"Cuando se terminaba una etapa o entraba otro gobernante casi siempre destruían monolitos arquitectónicos", algo que ha ocurrido, por ejemplo, en la localidad veracruzana de Tres Zapotes, agregó.

También en el recorrido por la muestra la directora de exposiciones nacionales e internacionales del INAH, Miriam Kaiser, destacó el valor que tiene mostrar piezas tanto grandes como muy pequeñas.

"No nada más les gustaba hacer este tamaño de obras (monumentales), sino que vamos a encontrar miniaturas", agregó Kaiser.

Esta exposición estuvo antecedida por otra versión más amplia, que contenía 206 piezas procedentes de EE.UU. y México, que se mostró en los museos de Arte de Los Ángeles County (LACMA) y en el De Young de San Francisco, la primera vez que salieron de este país piezas del museo La Venta, uno de los más importantes dedicados a los olmecas.