La influenza amenaza a las Bolsas, el comercio y la ya débil economía global

La influenza porcina cuesta a México más de 50 millones de dólares diarios, ha frenado las exportaciones de cerdo de Estados Unidos, castigado las acciones de aerolíneas y amenaza con retrasar la recuperación de la economía mundial.

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Imagen de una caja de Relenza y 2 de Tamiflu en una farmacia de Estados Unidos. Relenza y Tamiflu son los dos productos que la OMS reconoce como eficaces para el tratamiento de la "influenza porcina".

Esto no podía llegar en un peor momento", dijo Keith Hansen, responsable del Departamento de Salud del Banco Mundial (BM) para América Latina sobre la coincidencia de este brote con la crisis económica mundial.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía global se contraerá este año un 1.3 por ciento, en la peor recesión desde la II Guerra Mundial.

Pese al sombrío panorama, el Grupo de los Siete (G-7) países industrializados insistió la semana pasada que "están surgiendo señales de estabilización".

Esa incipiente recuperación es la que, en opinión de distintos expertos, pone en peligro la gripe porcina que afecta ya a México, Canadá, Nueva Zelanda, Israel, Gran Bretaña, España y Estados Unidos, donde hoy se registró el primer caso mortal, que se suma a los 20 confirmados y más de 130 sospechosos en México.

"Obviamente hay que esperar y ver si esto se convierte en un gran problema", dijo Joel Naroff, presidente de la consultora Naroff Economic Advisors, quien señaló que aun así hay ya un impacto evidente sobre el sector turístico, las aerolíneas y la hostelería.

Durante la gripe aviar del 2003, las aerolíneas de Asia y el Pacífico perdieron un 50 por ciento del tráfico en los primeros cinco meses de ese año, lo que les originó pérdidas de 6 mil millones de dólares. Las aerolíneas de Norteamérica experimentaron caídas del 3.7 por ciento en el tráfico aéreo ese año.

A diferencia de entonces, las aerolíneas están ahora en una grave crisis que podría agravarse si la gripe se convierte en pandemia.

Las acciones del sector reflejan esa incertidumbre. Así, los títulos de Continental cayeron un 16 por ciento el lunes en Wall Street, y los de United Airlines, Delta y American un 14 por ciento.

Naroff señala que el resto de aerolíneas mundiales también podrían sufrir si hay un gran contagio a nivel global.

En México, el país más afectado por la gripe porcina, el cierre de cines, clubes nocturnos, museos y otros establecimientos genera pérdidas de al menos 57 millones de dólares diarios, según estimaciones de la Cámara de Comercio de México.

"El impacto de la gripe sobre el sector turístico mexicano es terriblemente devastador", dijo David Molina, de la Universidad del Norte de Texas, quien recordó que es una de las principales fuentes de divisas para el país.

Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Argentina, entre otros países, han recomendado no viajar a México.

Además, TUI Travel, el mayor operador de viajes europeo suspendió todos los viajes a la ciudad de México hasta el 4 de mayo y la mayor operadora de viajes de Japón, JTB, hasta junio.

El comercio global también podría verse afectado. Ecuador, Rusia, Croacia, Serbia, Montenegro, China y Líbano han vetado las importaciones de carne de cerdo de Estados Unidos y México.

Washington insiste en que la enfermedad no se transmite por comer carne porcina y dice que es "totalmente seguro consumir cerdo de Estados Unidos", lo que no ha disuadido a sus socios comerciales.

EstadosUnidos produce alrededor de 10 mil 400 millones de kilos de carne porcina cada año y exportó el año pasado el 25 por ciento de su producción.

Por lo demás, un serio agravamiento de la situación en Estados Unidos, donde por el momento sólo hay 91 casos confirmados podría resultar fatal. El FMI sostiene que Estados Unidos tiene que liderar la salida de la crisis.

Un informe elaborado en el 2006 por la Oficina Presupuestaria del Congreso señala que una pandemia podría reducir entre un uno y un cuatro por ciento el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense, que según se supo hoy se contrajo un 6.1 por ciento en el primer trimestre, muy por encima del 5 por ciento previsto por los analistas.

James Glassman, economista del banco JPMorgan Chase, no cree que la sangre llegue al río.

"Los sistemas de detección han funcionado muy bien en la fase inicial del brote y creo que el problema no durará más de un par de semanas y su impacto sobre la economía global no será visible", pronosticó Glassman.