La organización ambientalista explicó que en medio de la emergencia nuclear que enfrenta Japón, cuya magnitud aún se desconoce, en México se ha desatado una campaña pronuclear impulsada por la Secretaría de Energía, a través de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS), con la que buscan minimizar los riesgos inherentes de esta opción tecnológica para generar electricidad, restarle importancia a lo que está hoy enfrentando el pueblo japonés debido no sólo a los fenómenos naturales sino también a la liberación de radiactividad y exposición de la gente y promover el surgimiento de nuevos reactores nucleares en el país.
México cuenta con el pontencial suficiente para apostarle a opciones energéticas más seguras, con un menor riesgo para el ambiente y la salud de las personas como lo son las fuentes renovables de energía. El potencial es tan grande que, si empezamos ahora, prácticamente todas las necesidades energéticas de México podrían cubrirse con una combinación de medidas estrictas de eficiencia energética y sustitución de combustibles fósiles y nucleares con renovables.
Además de no representar una amenaza para el clima del planeta, éstas fuentes no producen residuos radioactivos que permanecen en el ambiente afectando a las siguientes generaciones.
"El lobby pronuclear no sólo miente descaradamente, sino que además va en sentido totalmente contrario a lo que sucede en el mundo, donde por fin se está admitiendo que la energía nuclear y los riesgos que implica son inaceptables”, explicó Gustavo Ampugnani, director de campañas de Greenpeace México.
Para conocer el potencial de generación de energía de México con fuentes renovables, Greenpeace elaboró en 2010 el informe Hagamos la [r]evolución energética (2), en el que explica los beneficios de transitar hacia las energías renovables, generando empleos, para disminuir las emisiones de GEI hacia 2020.