El alto funcionario de las Naciones Unidas fue uno de los expositores en la apertura del diálogo entre el Centro Internacional para el Comercio y el Desarrollo Sostenible (ICTSD), el Ministerio de Energía de Chile y la CEPAL, titulado "Fomentando el incremento de la energía limpia a través de la reforma del comercio: Oportunidades para América Latina", que se realizó en la capital chilena.
Según datos de la CEPAL, América Latina y el Caribe enfrenta un importante déficit en la prestación de servicios energéticos: actualmente 34 millones de ciudadanos no tienen acceso a electricidad. La región es la más urbanizada del mundo ya que el 77 por ciento de los habitantes viven en ciudades, porcentaje que sube a 90 por ciento en el Cono Sur.
En materia energética, la matriz regional depende hoy 41 por ciento del petróleo, 28 por ciento del gas, 4 por ciento del carbón y 1 por ciento de la energía nuclear. El 25 por ciento del consumo tiene origen renovable: 9 por ciento hidroeléctrico, 14 por ciento por biomasa y 2 por ciento de otras fuentes no convencionales.
El Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL remarcó que un aprovechamiento y uso sostenible de los abundantes recursos energéticos que posee la región contribuye significativamente a superar las barreras al desarrollo, no solo en términos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también mejora la productividad de las economías, la inclusión social, el bienestar y la gobernabilidad.
Prado agregó que la CEPAL plantea una integración productiva que sea compatible con los objetivos de reducción de la pobreza, promoción de la igualdad, mayor acceso a nuevas tecnologías (incluyendo las ambientales), y que ponga el foco en las pequeñas y medianas empresas para reducir la brecha que tienen en relación al empleo, tecnología e ingresos.
En relación al comercio, precisó que América Latina y el Caribe no es aún un actor muy relevante en las transacciones relacionadas a la industria de las energías limpias, pero tiene las potencialidades para serlo. Países como Brasil, México y Costa Rica ya poseen una capacidad instalada importante en este ámbito.