Un equipo científico internacional ha identificado en el lago Cuitzeo, en el centro de México, materiales inusitados en un sedimento que sustentan la teoría de un impacto extraterrestre hace unos 12,900 años, según un artículo que publica hoy la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El equipo, encabezado por Isabel Israde Alcántara, de la Universidad Michoacana, en México, señaló en el artículo que la capa de sedimento lacustre negro es rica en carbón y contiene nanodiamantes y microesférulas que datan del comienzo del período denominado Dryas Reciente.
Ésta fue una breve fase de unos 1,300 años de enfriamiento climático a fines del período pleistoceno y los materiales hallados en una muestra de 27 metros de largo tomada del suelo mexicano "se interpretan como resultado de un impacto extraterrestre".
Además de Israde formaron parte del equipo Gabriela Domínguez Vázquez, de la Universidad Michoacana en México, y científicos de la Universidad Nacional de Taiwán; las universidades estadounidenses de California, Oregon y Harvard, y el Instituto para Ciencia de Materiales de Tsukuba en Japón.
El Lago de Cuitzeo, que cubre de 300 a 400 kilómetros cuadrados y tiene una profundidad promedio de 27 metros, se localiza entre los estados de Guanajuato y Michoacán de Ocampo, y ocupa el segundo lugar en extensión en México.
Los científicos extrajeron la muestra a fin de obtener un registro del clima de la antigüedad más allá del período
interglaciar, explicaron en el artículo.
"Nuestra atención se enfocó muy pronto en una capa anómala, de unos 10 centímetros de espesor y a una profundidad de 2.8 metros, que data de unos 12,900 años atrás y coincide con varios cambios ambientales y bióticos anómalos, reconocidos independientemente en otras secuencias de muestras lacustres regionales", continuó la nota.
Tomados en conjunto estos cambios han producido la capa más notoria de delimitación de los sedimentos a fines del período cuaternario.
La capa, explicaron los científicos, contiene una acumulación diversa y abundante de materiales que se relacionan con un impacto y además de los nanodiamantes y esférulas de carbono hay esférulas magnéticas.
Los investigadores, en su artículo, ponderan múltiples hipótesis que puedan explicar esas observaciones y llegan a la conclusión de que la presencia de tales materiales "no pueden explicarse por mecanismo terrestre alguno".
Entre las hipótesis analizadas se cuentan la "lluvia cósmica" -la caída de meteoritos sobre la Tierra-, el origen volcánico de esos sedimentos, la producción humana, y hasta la identificación errónea de los materiales hallados.
Cada una de esas hipótesis se discute, y se desestima, en detalle en el artículo, que llega a la conclusión de que "el impacto cósmico es la única hipótesis viable".
"Aunque el origen de esos sedimentos sigue siendo materia de especulación", señalaron los autores, "hay actualmente un solo acontecimiento conocido, un impacto cósmico, que pueda explicar la acumulación diversa y ampliamente distribuida de esos materiales".