Una piedra tallada por los mayas hace unos 1,300 años, hallada en Guatemala, devela la culminación del 13 B'aktun el próximo 21 de diciembre, en lo que constituye la segunda referencia en la historia sobre el cambio del calendario de esa antigua civilización.
El hallazgo fue revelado esta semana por arqueólogos guatemaltecos y estadounidenses que explicaron que dieron con la pieza en abril pasado, durante una investigación realizada por estudiantes de las universidades Del Valle (Guatemala) y Tulane y Texas (Estados Unidos).
El arqueólogo estadounidense, David Stuart, uno de los expertos que anunció el hallazgo, explicó que la escalinata contiene el texto maya más largo hasta ahora descubierto en Guatemala.
Se trata de la segunda referencia que se descubre en la historia sobre el cambio del calendario maya. La otra está en un sitio llamado el Tortuguero, en Tabasco (México), aseguró el experto.
La piedra se encontró en un conjunto de paneles que forman parte de una escalinata descubierta en el proyecto La Corona, un sitio arqueológico hallado en 1999 y ubicado en Petén, una zona del norte de Guatemala fronteriza con México y Belice, países que junto a Honduras y El Salvador sirvieron de asiento a los mayas.
Según Stuart, epigrafista de la Universidad de Texas, la piedra que hace referencia al 13 B'aktun, calendario maya de cuenta larga, y fue tallada para conmemorar la visita del rey de la ciudad maya de Calakmul.
El calendario maya contaba series de veinte años, llamadas cada una katún y series de 20 katunes, llamados baktún, y que equivalen a unos 394 años.
El rey Yuknoon Yich'aak K'ahk, quien fue el gobernante maya más poderoso de la época, visitó La Corona el 29 de noviembre del año 696 después de Cristo, es decir, hace 13 siglos.
El texto escrito en la piedra hace referencia a la culminación del 13 B'aktun el 21 de diciembre de 2012, precisó.
En los jeroglíficos tallados en piedras los antiguos mayas no hicieron ninguna profecía sino escribieron acontecimientos de su propia historia en el siglo VII, aclaró el experto estadounidense.
Relató que en las piedras se revelan historias de gobernantes y nobles de La Corona con nombres en orden, y también de reinas mujeres que estaban relacionadas con la dinastía pero que eran de Calakmur.
Citó, como ejemplo, la figura de un noble que está hablando en conferencia con el rey de Calakmur, que fue una capital maya, y de otro que está sentado en un trono maya, en cuya piedra se hace referencia a una guerra y que tiene plumas de quetzales (ave símbolo de Guatemala).
En opinión de Stuart, La Corona fue un centro mucho más pequeño que Calakmur, pero tuvo una gran relación con esa capital.
El arqueólogo guatemalteco Tomás Barrientos detalló que la escalinata estaba formada por muchos paneles, pero sólo han encontrado 22 que fueron descartados por los saqueadores, 12 de los cuales están tallados con jeroglíficos.
"Por eso consideramos que este es uno de los textos mayas más largos de la historia", porque los paneles formaban parte de la escalinata frontal del edificio que, se estima, haya sido una residencia, según Barrientos.
El arqueólogo estadounidense Marcelo Canuto, quien coordina desde 2005 el proyecto de investigación en La Corona, asegura que el lugar fue víctima del saqueo y que los monumentos jeroglíficos fueron "los más deseados y codiciados".
Canuto comenta que La Corona inicialmente se conoció con el nombre de "Q", a través de los monumentos saqueados que están en museos de Estados Unidos, Australia y Europa.
En su opinión, en el sitio había tanto que escoger que los saqueadores descartaron los "más feos" y se llevaron los "más bonitos".
"El saqueo demuestra que en La Corona existió algo importante", según Canuto, director del Middle Anmerican Reseaarch del Instituto de la Universidad de Tulane.
"Hemos encontrado muchos monumentos jeroglíficos y estamos tratando de hacer un mapa del sitio para ver cómo se veía en el pasado, cómo era su población y el uso de animales que tenían para entender la vida social, política y económica del lugar", apuntó.
Guatemala se prepara para conmemorar, en varios sitios arqueológicos de la antigua civilización maya, la finalización del 13 B'aktun.
Por Oscar René Oliva