"Las pruebas son abrumadoras en el sentido que este barco con altísima probabilidad es la 'Santa María'", aseveró hoy Clifford, de 68 años, en Nueva York. "No sabría de lo contrario qué podría ser", señaló en el legendario "Explorers Club" ante decenas de periodistas.
Los restos de la "Santa María", una de las tres carabelas con las que Colón llegó a América en 1492 y que zozobró la Navidad de ese mismo año, se encontrarían en el fondo marino cerca de las costas del norte de Haití.
De confirmarse, se trataría de uno de los hallazgos arqueológicos submarinos más relevantes de la historia.
"La clave para el descubrimiento de la 'Santa María' estuvo en este libro", aseveró Clifford, agitando una estropeada edición del diario de a bordo de Colón. En varios lugares entre las tapas blancas asomaban pegados pequeños papelitos amarillos.
Ya en 2003 Clifford, un buzo experimentado, se dedicó a buscar la carabela ante la costa norte de Haití. "Millones de personas no pudieron encontrar la 'Santa María'. Yo quería descubrir lo que habían omitido".
Leyó intensamente el diario del navegante, así como también todo el material que se había difundido sobre la embarcación. Y luego emprendió sus propias mediciones.
Entre sus conclusiones, citó que el barco no pudo hundirse en un arrecife de coral, ya que Colón escribió que nadie a bordo se enteró de la avería. Por lo tanto debió chocar con arena, ya que contra los corales habría hecho ruido.
Además Colón erigió el fuerte "Natividad" en otro lugar de la isla de La Española de lo que inicialmente creían los investigadores, aseveró. El navegante estimó que la distancia desde "Natividad" hasta los restos de la "Santa María" era de 4.77 millas (unos 7.7 kilómetros).
Clifford y su equipo bucearon en 2003 en ese lugar y encontraron un montón de piedras de seis por doce metros, todo lo que -supusieron- quedaría actualmente de la carabela. Pero en las cercanías descubrieron numerosos otros restos y cuando se quedaron sin dinero, desistieron por primera vez con crispación.
Y recién años después tuvo una revelación repentina sobre el tema, según Clifford: "Una noche me desperté a las tres y de golpe estaba sentado en la cama. De repente lo supe: lo que habíamos fotografiado en las ruinas era un cañón de a bordo del siglo XV como solamente podía ser de Colón".
Entonces convenció al renombrado arqueólogo Charles Beeker de la Universidad Indiana y al canal "History Channel" y hace pocas semanas emprendió nuevamente el viaje a Haití, pero, para su estupor, el cañón ya no estaba.
"Los restos fueron saqueados. Es una situación de emergencia, el barco está en peligro, los restos deben ser rescatados y puestos a resguardo lo más rápido posible", reclamó. Pero Clifford se enfermó de cólera y debió partir de Haití. "Y ahora no hay nadie que vigile los restos".
Su hallazgo es controvertido. Entre otros, especialistas españoles se muestran escépticos y dudan de la veracidad del descubrimiento. Replican que, tras el naufragio de la carabela, su madera fue utilizada para construir un fuerte, según consta en el diario de Colón.
"El barco nunca fue desarmado", los contradice Clifford, quien hasta ahora reunió fama por descubrir barcos piratas. Solamente que Colón sacó de la "Santa María" todo lo que consideró importante, adujo.
De todas maneras, Clifford admitió: "Con este tipo de hallazgos hay que ser muy cuidadoso. Hay muchas pruebas, pero ahora debemos sacar el barco". Bajo el montón de piedras podrían esconderse muchos objetos, se mostró confiado el arqueólogo submarino.
Apenas cuente con la aprobación del gobierno haitiano, se propone rescatar todo lo antes posible y ponerlo a disposición de investigadores y la opinión pública, aseguró. (DPA)