Productos estrella como el iPad o el iPhone funcionan con tarjetas de memoria flash (NAND) que Apple obtiene en gran medida de las plantas niponas.
"Alrededor de un 40 por ciento del NAND flash mundial se fabrica en Japón y no se necesita un gran descenso en la producción para que los precios suban drásticamente", aseguró Jim Handy, experto de Objective Analysis, en un comunicado.
De hecho, la tarjeta flash de 32 gb cotizó un 17 por ciento al alza el lunes en el mercado de valores asiático especializado en chips DRAMAeXchange.
Una reacción bursátil que anticipó una posible crisis de suministro en el sector que fundamentalmente afectaría a las pequeñas empresas que tienen menos capacidad de negociación que gigantes como Apple, primer consumidor de tarjetas de memoria flash que además paga por adelantado.
"Antes que ellos (Appel) padecerán las consecuencias todos los demás. Como proveedor ¿a quién decides no limitarle el suministro? Las compañías pequeñas puede que no estén aquí en el futuro. Apple siempre estará, así que es mejor estar bien con Apple", comentó Handy.
El mismo día del terremoto Apple sacó al mercado en Estados Unidos el iPad 2, que durante el fin de semana tuvo una gran demanda y está previsto que llegue a los mercados internacionales el 25 de marzo. Hasta el momento solo se ha retrasado su lanzamiento en Japón, a la espera de que se recupere el país.
Actualmente los principales problemas que encaran las grandes compañías tecnológicas niponas, casi todas situadas en zonas alejadas del epicentro del seísmo, son más logísticas que estructurales, según los primeros informes.
Los daños en las infraestructuras, tanto en carreteras como en puertos, así como los cortes de energía impuestos por el gobierno nipón, impiden el funcionamiento normal de las cadenas productivas y las entregas de pedidos, por lo que los retrasos parecen inevitables.
Toshiba, el principal suministrador japonés de Apple, cerró las plantas de fabricación de tarjetas de memoria que tiene en asociación junto a SanDisk durante unas horas tras el terremoto aunque las reabrió poco después.
"Estos desafíos ralentizarán o suspenderán los envíos desde Japón durante las próximas 2 semanas. Sin embargo, la cadena global de suministro tiene un remanente para dos semanas. Por lo tanto la escasez de componentes no sería perceptible hasta finales de marzo", según un informe de la empresa de análisis iSuppli.
Esa misma compañía apuntó que en cualquier caso la escasez del suministro tendría repercusiones hasta el tercer trimestre de 2011.
Entre los beneficiados de la catástrofe nipona estarían las compañías electrónicas surcoreanas, tales como Samsung, un gran proveedor de tarjetas de memoria.
Otros componentes tecnológicos afectados por la situación japonesa son los chips y paneles para las pantallas de cristal líquido, así como microcontroladores y las memorias dinámicas de acceso aleatorio, también conocidas como DRAM, que se emplean en la producción de computadoras.
Por Fernando Mexia