El inspector general de la NASA, Paul Martin, había informado esta semana en una comparecencia ante el Congreso de la desaparición entre 2009 y 2011 de un mínimo de 48 artefactos portátiles -teléfonos móviles o computadoras- que contenían información delicada.
En concreto, en 2011 desapareció una computadora que carecía de acceso cifrado y cuyo robo resultó en "la pérdida de algoritmos usados para el comando y control de la Estación Espacial Internacional", explicó Martin.
Pero en un comunicado distribuido hoy, la portavoz de la NASA, Lauren Worley, afirmó que la agencia "toma muy en serio el asunto de seguridad de su tecnología informática, y en ningún momento las operaciones de la EEI han estado amenazadas por una intromisión en los datos".
"La NASA ha logrado progresos significativos en la protección de los sistemas de tecnología informática de la agencia y está en el proceso de aplicar las recomendaciones hechas por el Inspector General en esta área", añadió.
Algunos de los robos sufridos en ese periodo resultaron en la pérdida de información delicada que incluye "propiedad intelectual de terceras partes, sujeta a control de exportaciones e información personal identificable".
Asimismo, las computadoras desaparecidas contenían números de la Seguridad Social y datos sobre los programas Constellation y Orion de la NASA, dijo Martin.
El número real de artefactos robados puede ser más alto porque la agencia depende de que sus empleados informen de las desapariciones.
Durante 2011, según Martin, la NASA fue blanco de por lo menos 47 amenazas avanzadas persistentes en sus sistemas informáticos. En 13 de esos casos, los piratas consiguieron entrar en las computadoras de la agencia.
Estos ataques se cuentan entre los 5.408 incidentes en 2010 y 2011 relacionados con la seguridad cibernética y que resultaron en intromisiones no autorizadas o la instalación de programas destructivos en los sistemas de la agencia. Estos ataques le costaron a la NASA unos siete millones de dólares.
Los incidentes incluyen tanto intromisiones de individuos que sólo buscan probar su habilidad burlando los códigos de seguridad de la agencia como actividades delictivas en busca de dinero y las intervenciones patrocinadas por los servicios de espionaje de otros países.
En uno de los casos, piratas vinculados con direcciones de internet en China pudieron acceder a sistemas informáticos y cuentas delicadas en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y "tuvieron el control completo de esas redes".
Entre otras cosas, ese nivel de acceso podría haber permitido a los intrusos modificar, copiar o borrar archivos delicados.