"Hasta el 21 de julio de 1969 era estadounidense, y el alunizaje fue estadounidense, pero después de ese día Armstrong perteneció a la humanidad, igual que Yuri Gagarin, que le precedió en el espacio", señaló en un comunicado.
El representante de la ESA sostuvo por ello que tras la muerte de Armstrong ayer a los 82 años en Estados Unidos, hoy "es un día triste no solo para su familia, sino también para el resto del mundo".
Dordain añadió que, aunque la llegada a la Luna fue fruto del esfuerzo colectivo de los estadounidenses y Armstrong constituye el "primer símbolo" de ese trabajo, el astronauta supo estar por encima de su estatus de héroe al mantenerse como un hombre "discreto, sabio y reservado, pero siempre dispuesto a transmitir su experiencia".
"Inspiró a las generaciones sucesivas, en todo el mundo, y es por eso también que para numerosos ingenieros y científicos estará siempre presente, de generación en generación", indicó en ese tributo personal.
El director de la agencia europea añadió que su encuentro personal con Armstrong se le ha quedado grabado como "un momento mágico" en su vida, y aseguró que va a seguir el deseo de la familia de rendirle homenaje haciéndole un guiño a la Luna, "donde sus pasos se han quedado impresos para siempre".