La multinacional alemana ha facilitado esta información a la representación social durante la quinta reunión de la mesa negociadora del VIII Convenio de VW Navarra.
Según ha informado el comité, gran parte de la citada cantidad irá destinada a preparar las instalaciones de Landaben para la fabricación del modelo sustituto del actual Polo.
El comité interpreta que de esta manera la dirección certifica "la apuesta" de VW por la planta de Pamplona, en la que en los últimos años el ritmo de las inversiones "ha sido, de media, notablemente superior al de los beneficios después de impuestos".
La empresa ha indicado, según precisa el comité, que "la competitividad en los costos laborales y la flexibilidad en el trabajo son claves para atraer nuevas inversiones, para la asignación de nuevos modelos y para el mantenimiento del empleo".
Y en este escenario, la posibilidad de fabricar un segundo modelo en las instalaciones de Landaben, pendiente de la decisión de la Central del Consorcio VW, "sigue siendo una de las mejores opciones para lograr la estabilidad en los volúmenes de producción", precisa.
Añade además que la fabricación simultánea de dos modelos diferentes permitiría estructurar los ciclos de vida de éstos para que los periodos de mayores ventas no sean coincidentes y que de esta manera la fluctuación productiva sea sensiblemente menor a la que ofrece la actual coyuntura de VW Navarra con la fabricación de un único modelo.
Sobre éste, la Dirección ha anticipado también al comité que la producción actualmente prevista para el año 2013 es de 262,610 coches, un volumen inferior al de este año y que conllevará la aplicación de fórmulas organizativas como la denominada "bolsa de trabajo".
La empresa ha planteado que dentro de la vigencia del VIII Convenio la bolsa se amplía a unos 15 días, de forma que esta flexibilidad, unida a otras medidas pendientes de negociar, "permita el mantenimiento estable del empleo"
Con esta herramienta se regula el sistema de crédito/débito de jornadas laborales entre la empresa y los trabajadores, actualmente fija para cada año 7 días más de actividad por encima de la jornada individual de referencia (211 días), y 10 días menos, en momentos de bajadas de producción.
De esta forma, los empleados garantizan su nivel salarial, dado que las jornadas de cierre se abonan como días laborables -sin pluses- y se devuelven cuando los aumentos de producción lo requieren.