Lo que más llama la atención es el propulsor similar al de la nave espacial Enterprise de la serie de televisión Star Trek. Hay un display que genera un efecto lumínico cuando el motor está activado en modo híbrido plug-in. Cuando se activa el motor de combustión con hidrógeno, de la luz azul en forma de tunel se pasa a una luz roja que simula el empuje de la energía.
Tan futurista como el motor y el diseño exterior es el interior: en los asientos hay un escáner corporal que controla la temperatura del cuerpo, el pulso y en función de eso activa el aire acondicionado, la ventilación y una función de masaje automática. Sin embargo, todo esto no deja de ser algo futurista, según Mercedes, que descarta su construcción real por el momento.