“Hay peligro de una nueva recesión y veo eso con preocupación”, dijo el ejecutivo de GM, consorcio de gran peso debido a sus dimensiones dentro de la industria automotriz, la cual tiene un papel clave como importante indicador de la coyuntura económica.
Akerson señaló que “el escenario de las actuales caídas en los mercados accionarios se convierta en una razón adicional para la desconfianza en Estados Unidos”.
En cuanto a ventas, GM es el mayor productor de autos a nivel mundial. “Hasta el momento, GM había esperado que la venta de nuevos autos en el mercado de Estados Unidos aumentara de 11.5 millones de vehículos en 2010 a entre 13 y 13.5 millones en este año”.
“Hasta el momento esa sigue siendo nuestra estimación, pero más bien contamos con un valor en el extremo más bajo de nuestro pronóstico. Desde hace meses, la venta en Estados Unidos se mantiene por debajo de las expectativas, lo que demuestra la incertidumbre general entre los consumidores”, dijo.
Según el diario local, la advertencia de Akerson no solo se dirigió a la industria automotriz, sino también al gobierno en Washington, que salvó de la quiebra al consorcio en 2009 y posee 26.5 por ciento de las acciones de GM, y no hay perspectivas por el momento de que las venda.
El ejecutivo subrayó además el interés de GM de continuar con su filial alemana, Opel, y afirmó: “nunca daríamos a Opel así como así. Opel nos da dimensiones globales y no está a la venta”. GM estuvo a punto de deshacerse de Opel hace dos años.