Y para revolucionar también algunas coinciencias, tratando temas como el sexo, el aborto, la homosexualidad, los abusos de menores, la violencia ligada al narcotráfico y la prostitución masculina, desde una perspectiva urbana, moderna -y para muchos en México- demasiado liberal.
Las Aparicio cuenta la historia de una saga matriarcal con una suerte de maldición: durante generaciones no nacen hombres en la familia y las mujeres se quedan siempre viudas. A raíz de eso, Las Aparicio deciden qué hombres entran y salen de sus vidas.
Una abogada con conciencia social, una terapeuta que además lleva un negocio de prostitución de hombres y una joven en busca de su identidad sexual protagonizan esta serie, que se emite en México desde abril.
Pero lo innovador de Las Aparicio no son sólo los temas y su manera provocadora de tratarlos, sino también su estructura.
"Hemos asumido las ventajas de varios formatos", le dijo a BBC Mundo el productor de la serie, Epigmenio Ibarra.
De la telenovela tradicional hereda una historia de largo plazo y una cita diaria con la audiencia, a lo largo de 120 capítulos.
"Personajes claroscuros"
Pero se diferencia de sus antecesoras latinoamericanas, según su productor, en muchos otros aspectos, desde el estilo de actuación, "más naturalista y con menos estereotipos", hasta la caracterización de los personajes.
"A diferencia de los personajes de la telenovela, nuestros personajes no son movidos sólo por el impulso amoroso, ni determinados por la acción de un villano. Sino que son personajes que tienen muy diversas motivaciones", dice.
"En la telenovela los personajes buenos son buenos buenos y los malos son malos malos. Nuestros personajes encaran dilemas morales mucho más complejos. Se mueven en las zonas de claroscuros en las que nos movemos los seres humanos", asegura.
Además de una historia de largo plazo cada semana la serie tiene una trama central, como puede ser un caso legal que tiene que ver con la lucha por los derechos de la mujer o un dilema de tipo sexual, que tiene que ver con el derecho al placer, explicó Ibarra.
Además, cada capítulo gira en torno a un tema determinado por un texto introductorio y otro de salida, ambos narrados por uno de los personajes, la nana de la familia.
En ese sentido Las Aparicio tiene puntos en común con exitosas series estadounidenses de TV, como Sex andThe City o Desperate Housewives.
¿Un espejo o una imagen distorsionada?
"Nuestro propósito es hacer lo contrario de lo que se piensa tradicionalmente de la telenovela, que se dice que es un agujero para escaparse de la realidad. Nosotros queremos poner un espejo en la pantalla para que la gente se mire a sí misma y también para que mire el país", expone Ibarra.
Sin embargo muchos critican que la imagen que esta telenovela presenta de la mujer, si bien es contraria a la de la sumisión, tampoco es real.
Algunos dicen que la serie no hace nada por la liberación femenina, sino que presenta a mujeres que quieren comportarse como "machos".
Ha habido también críticas al sexo explícito y a los desnudos que aparecen en la serie, que en algunos lugares de México se emite en señal abierta.
Y también hay quien critica que la serie "denigra al hombre para conseguir audiencia", como dicen en un pequeño grupo de odio a la serie de la red social Facebook.
"Sectores conservadores"
"Hemos pulsado los más oscuros sectores conservadores de nuestra sociedad, porque hablamos, primero, del derecho al placer, sin tapujos, y segundo, porque nos planteamos, desde uno de los personajes, la homosexualidad, la bisexualidad, la poliamoría", explicó el productor.
Ibarra asegura que algunas compañías de televisión por cable retiraron la serie de su planilla debido a presiones conservadoras.
"Mucha gente nos hizo saber por Twitter que su señal había desaparecido", dijo el productor.
En efecto, en Facebook hay un pequeño grupo recientemente creado bajo el título de "Voto porque no quiten a Las Aparicio por restricciones de temas".
"Restringir esta serie me parece una mutilación a la libertad femenina", escribe alguien apodado Poderoso HII.
"Valores siniestros"
Aunque Ibarra aclaró que los creadores de la serie no han recibido ningún tipo de presión directa, dijo que los sectores más conservadores de la sociedad mexicana sí los habían acusado "de promover el crimen que es el aborto, de propiciar el contagio de la homosexualidad y de predicar valores siniestros contra la fe cristiana".
Las redes sociales se han vuelto un buen medidor de aceptación para los creadores de esta serie. Tanto es así que Epigmenio Ibarra reconoce que sigue por Twitter y por Facebook las reacciones en directo a los capítulos de Las Aparicio, y utiliza las reacciones de los seguidores como inspiración para trabajar en futuras tramas.
Guste o no guste, su carácter provocador ha hecho que en apenas un mes Las Aparicio hayan saltado de los artículos de farándula a los de opinión.