Era 1964 y Oh, Pretty Woman de Roy Orbinson sonaba en la radio mientras el spray de cabello se respiraba en cada esquina y los delineados en los ojos sumamente llamativos estaban a la orden del día.
Era 1964 y Oh, Pretty Woman de Roy Orbinson sonaba en la radio mientras el spray de cabello se respiraba en cada esquina y los delineados en los ojos sumamente llamativos estaban a la orden del día.