Un murciélago nóctulo común puede recorrer más de 380 kilómetros en una noche durante su migración anual de primavera por Europa central y además sabe aprovechar los vientos cálidos de los frentes de tormentas para 'surfear' sobre ellos, lo que le permite volar más lejos y ahorrar energía.
Los murciélagos migratorios saben aprovechar el viento cálido para desplazarse
