Hasta el próximo domingo, la Feria de Milán será el escenario de la edición número 61 de un salón considerado como la "verdadera vuelta a la normalidad" después de las restricciones pandémicas y con el regreso de los expositores del emergente mercado chino.
"Esta es una edición muy importante. Después de la tragedia de covid, este año es realmente la exposición del reinicio", celebró la ministra italiana de Turismo, Daniela Santachè.
Tras un aumento de la preventa de entradas del 33 %, los organizadores esperan la asistencia de unos 327,000 visitantes frente a los 262,000 de la edición del 2022, según los medios locales.
La Feria, que cuenta con cerca de 700 expositores extranjeros, tendrá un impacto económico de 223 millones de euros, un 37 % más que el año pasado.
En la inauguración del salón también estuvo presente la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que adelantó que su Gobierno aspira a crear "una cadena de suministro de muebles 100 % hechos en Italia".
"Estamos trabajando con los ministerios para diseñar un marco que independice el sector de la madera, combinando sostenibilidad medioambiental y económica", detalló.
Durante el acto fue ovacionado el tres veces primer ministro de Italia y magnate milanés Silvio Berlusconi, que se encuentra hospitalizado desde hace 14 días por una leucemia crónica.
"Permítanme recordar a una persona que conocí durante el Salón del Mueble, un caballero que vino a visitarnos y se convirtió en amigo, ese caballero era Silvio Berlusconi a quien deseo una buena recuperación y a quien quiero dedicar un aplauso", dijo Enrico Pazzali, presidente de la Feria de Milán.