Niños asesinos:

¿De quién son responsabilidad?

En Estados Unidos detienen ayer a un joven de 17 años planeando una masacre en su secundaria. Uno más de la larga lista de niños asesinos en este país. El odio y el resentimiento permea cada vez a más temprana edad. Podemos argumentar mil causas a estos fenómenos pero hay una muy clara. La intolerancia adulta es el eslabón culpable.

Por Nidia Acosta

00027786-original.jpeg

Jared Michael Cano, detenido ayer en Estados Unidos

00027787-original.jpeg

Niños, soldados en Líbano

00027788-original.jpeg

En Palestina los niños son entrenados e insitados a matar desde corta edad

00027789-original.jpeg

Los niños asesinos de Liverpool: Robert Thompson y Jon Venables

00027791-original.jpeg

James Patrick Bulge, víctima de "los niños asesinos de Liverpool"

00027792-original.jpeg

"El Ponchis", mató a cuatro personas, participó en el secuestro de tres y realizaba actividades de narcotráfico como integrante del Cártel del Pacífico Sur.

00027797-original.jpeg

Mary Flora Bell estranguló a un niño pequeño y descuartizó a otro. Marcaba una "M" con unas tijeras en el cadaver.

Enseñamos desde el nacimiento que la auto valía depende de cuánto sepamos criticar, no cuanto sepamos aportar, ¿señalar se volvió un aporte más importante que medir nuestras propias acciones?

“Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo. Franz Grillparzer (1791-1872) Dramaturgo austriaco”

Inculcar el odio y la violencia a los niños es un problema milenario que trasciende culturas. "¡Maten a los judíos!" Niños musulmanes memorizan y recitan mensajes antisemitas en TV.

En países como Líbano, el Congo,  los territorios palestinos, entre muchos otros, los niños son entrenados para matar desde pequeños.

Según la organización “Coalition to stop the use children soldiers”, el problema es más grave en África, donde se calcula que cerca de 100,000 niños y niñas, algunos de ellos de apenas 9 años, tomaban parte en conflictos armados. Niños y niñas también son utilizados como soldados en varios países asiáticos y en partes de América Latina, Europa y Oriente Medio.

La mayor parte de los niños soldados del mundo están asociados a grupos políticos armados de diversa naturaleza, entre los que también se encuentran grupos paramilitares, milicias y unidades de autodefensa apoyados por el gobierno.

No faltará quien diga "Esos gringos y su cultura" o “Los países de Medio Oriente y África están enfermos”. ¡Cuidado!, en México y el mundo entero va en aumento en esta triste producción de niños llenos de odio y deseo de venganza que resulta  direccionando sus vidas hasta convertirlos en sicarios y asesinos colectivos.

México no solo no es la excepción sino que carga con un problema grave en este ámbito. La ONU y la UNICEF categorizan a Estados Unidos, México y Portugal como los países menos favorables para la niñez por el índice de maltrato infantil y muertes de infantes en consecuencia.

Si pensamos que la violencia doméstica es la fuente de la que se alimentan los niños que después se convierten en asesinos, tenemos un escalofriante problema que además, va en aumento. Los niños sicarios, el “Ponchis”, la niña gatillera de 13 años de Cárdenas Tabasco que matan a sueldo son solo algunos ejemplos de esta terrible realidad.

La CNDH estima que en México 3 de cada 10 niños son víctimas de bullyng. Un niño maltratado, ya sea por sus compañeros de escuela, padres, familiares, maestros o cualquier otra persona son potenciales asesinos.

Algunos de los ejemplos más afamados en América y Europa son los niños asesinos de Liverpool: en febrero de 1993 en Liverpool, Gran Bretaña, los niños Robert Thompson y Jon Venables tenían diez años de edad y un historial problemático en la escuela.

Provenían de familias disfuncionales, un entorno violento donde se abusaba del alcohol, había graves conflictos entre sus padres y hermanos, además, sufrían el acoso de sus compañeros.

Los niños secuestraron a un pequeño de 3 años de nombre James Patrick Bulge, lo llevaron a una vía férrea, lo torturaron de la forma más sádica (incluyendo abuso sexual) hasta matarlo y colocaron el cadáver sobre las vías férreas, para simular un accidente.

En  Abril 2010, en Huanuco, Perú, un niño de siete años murió tras recibir una severa paliza propinada por dos hermanos de 10 y 8 años, quienes sentían celos del pequeño porque era el más aplicado de su clase. El lamentable hecho ocurrió a la salida de la institución educativa. Los compañeros del menor fallecido, contaron a América Noticias que este era golpeado por los hermanos homicidas durante los recreos y que incluso lo amenazaron de muerte varias veces.

Como podrá adivinarse, estos niños estaban rodeados de violencia pscicológica y física en sus hogares.

Es importante detenernos a pensar, la crítica intolerante genera niños con traumas severos que  pierden su identidad y se convierten en lo que les dicen que son.

¿Cómo educar niños responsables, tolerantes con su entorno, sin el ejemplo adulto? ¡¡¡Imposible!!!, como adultos es más cómodo sentir que el problema es ajeno y sentarse a ver niños sicarios que esforzarnos por dar ejemplo.

El ser humano tiende a sentirse especial, por encima de los demás.

Filósofos, religiones, activistas por la paz, miles de personas al cabo de la historia han contribuido a la idea de que todos somos uno y lo que hace uno afecta a todos sin limitaciones territoriales, culturales, de raza, políticas, de género, ni siquiera de tiempo ya que nuestros errores impactan las generaciones venideras de forma imperante .

Este es un problema humano, no de nacionalidad, de sexo, ni siquiera de edad.

Dejemos de esperar que algo o alguien venga a arreglarnos los valores, construyamos la tolerancia y el respeto en casa, en el trabajo, en las calles, en las cámaras y los debates.

Es indispensable que los adultos recordemos estas relatorías la próxima vez que nos surja el deseo de levantar la voz o hacer una crítica a la ligera.

Podemos comenzar  en la construcción de tolerancia y respeto en nuestras ideas pero sobretodo en nuestras acciones ya que estas marcan un precedente y un ejemplo a seguir.