Los reclusos, procedentes del Centro Penitenciario de Tuxpan, en la ciudad de Iguala, habían ingresado la madrugada de hoy y murieron como consecuencia de golpes, en un hecho que está siendo investigado por la Procuraduría de Justicia del estado de Guerrero.
El viernes un comando formado por seis personas armadas irrumpió en el penal de Iguala y mató a cuatro presos en uno de los dormitorios, entre ellos a Ismael Ocampo Álvarez, presunto líder de la cárcel, detenido en 2007 por posesión de drogas y armas.
Al día siguiente, cuando el cadáver de Ocampo Álvarez era transportado en una carroza funeraria por sus familiares, personas armadas interceptaron el vehículo y prendieron fuego al ataúd con el cuerpo.
Uno de los presos asesinados hoy cumplía una pena a más de 35 años de cárcel por homicidio, mientras que los otros dos purgaban condenas de ocho años por robo.
Después del ataque al penal de Iguala, fueron puestos en prisión preventiva para ser investigados 24 custodios que estaban de guardia ese día. En el incidente perdieron la vida, además de cuatro presos, cinco miembros del comando y un custodio.