La captura de Aguirre Garzón, de 46 años de edad y originario de Acapulco, y que es identificado como el principal generador de la ola de violencia que prevaleció en dicho municipio, se llevó a cabo el día de ayer, en el municipio de Progreso, en el estado de Yucatán.
Al grupo delictivo encabezado por Aguirre Garzón, se le atribuye el control sobre la venta y distribución de droga en Acapulco, así como múltiples homicidios, secuestros, amenazas y extorsiones a comerciantes y empresarios de la zona.
La actividad delincuencial de Aguirre Garzón inició en 1992, y en junio de 93, fue detenido en el municipio de General Escobedo, en Nuevo León, acusado de delitos contra la salud, por lo que ingresó al Centro de Readaptación Social en Acapulco.
Posteriormente, en 2001, fue reubicado en la prisión local de Chilpancingo, en la que permaneció hasta 2010.
Durante su estancia en prisión, Víctor Aguirre conoció al interno Miguel Ángel Araujo Moreno quien, al alcanzar la libertad, lo vinculó con el grupo delincuencial de los hermanos Beltrán Leyva.
El ahora detenido inició su actividad delictiva al servicio de dicho grupo criminal, y se encargaba de brindar seguridad a los envíos de droga hacia los Estados Unidos.
En el año de 2009, tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva y de Araujo Moreno, Aguirre Garzón, quedó bajo las órdenes de Edgar Valdez Villarreal.
En agosto de 2010, Valdez Villarreal fue detenido y su lugar fue ocupado por su suegro Carlos Montemayor, lo que disgustó a los grupos operativos actuantes en el estado de Morelos y en el Puerto de Acapulco, quienes se escindieron para crear un nuevo grupo delictivo del cual Aguirre Garzón tuvo el control hasta el día de hoy.
De esta manera, Aguirre y su grupo criminal, cometieron homicidios en extremo violentos y exhibían los cuerpos mutilados con cartulinas y mantas sobre la vía pública, con mensajes intimidatorios dirigidos tanto a las autoridades como a los grupos delincuenciales rivales.
Aguirre Garzón es señalado como presunto responsable de ordenar el secuestro y asesinato de 20 personas originarias del estado de Michoacán, lo cual ocurrió en el año de 2010 en Acapulco.
También se le vincula con el asesinato, en ese mismo año, de Antonio Valdez Andrade, líder de los comerciantes del Puerto de Acapulco.
También se le responsabiliza de la decapitación de 15 personas en 2011, cuyos restos fueron hallados en el estacionamiento del Centro Comercial Plaza Sendero, también en el Puerto de Acapulco.
En el año de 2012, el grupo delictivo que encabezaba el ahora detenido, reanudó relaciones con Héctor Beltrán Leyva y con su apoyo logró fortalecer su presencia en el Puerto de Acapulco.
La detención de Aguirre Garzón se logró con base en tareas de inteligencia, que permitieron el seguimiento de su estructura delincuencial, lo cual llevó a su ubicación en el estado de Yucatán, el cual era su centro de operación actual.
En este sentido, se desplegó una célula de investigación de campo, y de operaciones por parte de fuerzas federales, con la finalidad de precisar su ubicación, y tras efectuar diversos trabajos, ubicaron a que el presunto objetivo se desplazaba en el municipio de Progreso, en el estado de Yucatán, y lo hacía sin esquemas de seguridad, con la finalidad de intentar pasar desapercibido.
Así, la mañana del día de ayer, en una rápida maniobra, sin que se registrara un solo disparo, fuerzas federales interceptaron y detuvieron a Víctor Aguirre Garzón.
Es importante destacar que el detenido cuenta con una orden de localización y de presentación y se encuentra vinculado cuando menos a tres averiguaciones previas por diversos delitos.
Al detenido se le aseguraron un vehículo, una arma larga, una arma corta, un paquete que contenía sustancia blanca, con las características propias de la cocaína, con un peso aproximado de 500 gramos; equipo de comunicación y documentación diversa.
Víctor Aguirre y lo decomisado, han sido puestos a disposición del Agente del Ministerio Público de la Federación, adscrito a la SEIDO, de la Procuraduría General de la República. Es cuanto, señor Secretario.
