Fuentes militares consultadas por Efe señalaron que tienen informes de una "persona" detenida pero que desconocen que se trate del menor. La Fiscalía de Morelos está tratando de corroborar la información.
El diario Reforma, que presenta en su edición digital una fotografía del menor custodiado por dos militares armados, señaló que "El Ponchis" fue detenido este jueves junto con dos de sus hermanas en el Aeropuerto Mariano Matamoros, en el municipio de Xochitepec, al sur de Morelos.
Los tres pretendían viajar hacía la ciudad de Tijuana, fronteriza con Estados Unidos, y de ahí a la estadounidense San Diego (California).
A Jiménez Lugo, recordó el diario, se le acusa de participar dentro del Cartel del Pacífico Sur (CPS) "y de ser el encargado de degollar y descuartizar a sus víctimas".
Según la fuente, afuera de las instalaciones de la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR), en medio de un fuerte dispositivo de seguridad militar, "El Ponchis" confesó algunos de sus homicidios.
"He matado a cuatro personas, los degollaba. Sentía feo al hacerlo. Me obligaban. Que si no lo hacía que me iban a matar. Yo nada más los degolló, pero nunca fui a colgar a los puentes, nunca", expresó el menor, citado por Reforma.
"(A los 11 años) me levantaron, me dijeron que me iban a matar", contó Jiménez Lugo, quien dijo que su intención era la de ir a San Diego era encontrarse con su madrastra, quien le envió el dinero para realizar el viaje junto con una de sus hermanas.
Una de las hermanas de "El Ponchis" era la encargada de transportar cadáveres a bordo de vehículos robados, según la fuente.
"Llevaban dos (teléfonos) celulares, él (El Ponchis) un celular, su hermana traía otro, en los celulares vienen las pruebas de cómo torturaban a la gente, cómo la mataban, todo eso, pero está en sus celulares", señaló una fuente militar al diario.
La persecución del niño comenzó en octubre pasado después de que militares detuvieran a parte de una banda de delincuentes, uno de los cuales confesó que el más sanguinario era "El Ponchis", a quien los soldados dejaron ir porque se trataba de un menor, según versiones periodísticas.
El CPS opera en Morelos, estado vecino de la capital mexicana, que ha sido sacudido por la violencia desatada entre grupos antagónicos de narcotraficantes y escenario de violentos choques entre criminales y militares, como el ocurrido en diciembre pasado cuando fue abatido a tiros el capo Arturo Beltrán Leyva, alias el "jefe de jefes".