El número de niños que mueren al año por causas evitables se ha reducido casi a la mitad: mientras que en 1990 morían doce millones de niños por motivos como la desnutrición o la falta de medicamentos, la cifra se redujo a 6.6 millones en 2012, señala el reporte, titulado "Lives on the Line" (Vidas en juego).
Sin embargo, Save the Children subraya que no hay motivos para la autocomplacencia, porque con un mejor reparto del dinero se podrían haber salvado otros cuatro millones de vidas. El problema es que los fondos disponibles no llegan del mismo modo a todas las capas de población en los países en desarrollo, señaló Patrick Watt, director de la campaña mundial de la ONG.
"Hemos conseguido éxitos históricos en la lucha contra la mortalidad infantil, pero este éxito esconde que precisamente son los niños más pobres los que son desatendidos, y que en casos extremos su situación incluso ha empeorado", explicó.
Como ejemplo puso a Etiopía, donde la situación en general ha mejorado mucho. Pero allí, mientras que los menores de la capital, Adís Abeba, están bien atendidos, la situación es crítica en la frontera con Somalia.
En lo que respecta a los Objetivos del Milenio, la lucha contra la mortalidad infantil está incluso algo rezagada, añadió Watt. Siguen muriendo tres millones de niños al año antes de cumplir un mes.
Además, el retroceso en la tasa mundial de desnutrición se produce a menor ritmo que la de mortalidad. "Eso nos preocupa", indicó.
Como casos más críticos la organización destaca Haití, Papúa Nueva Guinea y Guinea Ecuatorial, donde se ha hecho muy poco y prácticamente no ha habido avances.
Por el contrario, la ONG destaca Níger, en el oeste africano, como un país modélico en los últimos años. El número de niños fallecidos se redujo allí de 326 por cada 1,000 habitantes en 1990 a 114 en 2012. También han hecho avances significativos Liberia, Ruanda, Indonesia, Madagascar, India y China.