El virólogo Stephan Becker, de la universidad alemana de Marburgo, se mostró satisfecho con los resultados obtenidos en las primeras pruebas clínicas efectuadas a partir de noviembre en distintos países. "Creo que todos están aliviados de que no hayan surgido efectos secundarios graves".
Entre 200 y 300 personas fueron vacunadas en la ciudad alemana de Hamburgo y en Suiza, además de en Kenia y Gabón, países africanos que no se vieron afectados por la epidemima.
Becker señaló que los participantes de la prueba se quejaron de dolores articulares que posteriormente remitieron.
Dijo que el sistema inmunitario de los pacientes reaccionó a la vacuna. "Pero no podemos saber si esta respuesta inmunitaria también protege del ébola. Esto solo se puede probar en el lugar de la epidemia", aclaró.
Becker celebró el hecho de que el número de infectados en el oeste de África esté descendiendo y de que los nuevos brotes que se registran son locales y más limitados. Esto es maravilloso, pero nos plantea un verdadero desafío logístico para probar la vacuna, admitió.
El experto en pandemias de las Naciones Unidas David Nabarro lanzó días atrás un mensaje de esperanza. "Hemos constatado un gran cambio en las últimas semanas, un sensación de confianza de que (la epidemia) puede ser superada".
Nabarro dijo que el número de casos de ébola en zonas sumamente afectadas hace unos meses ha caído a casi cero o a cero. Sin embargo, el médico británico advirtió que queda mucho por hacer.
Las cifras más recientes de la Organización Mundial de la Salud indican que más de 21,300 personas están infectadas en Guinea, Liberia y Sierra Leona y que más de 8.400 perdieron la vida a causa de la fiebre hemorrágica.